Messi lo hace todo

El astro suma su séptimo doblete de goles y da la asistencia para que Song pueda estrenarse

Messi, contento tras marcar su segundo gol ante el Zaragoza.

Messi, contento tras marcar su segundo gol ante el Zaragoza. / periodico

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

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Con dos goles y una asistencia deMessi le bastó alBarça para liquidar alZaragoza. Tres destellos del astro iluminaron una tarde gris que al final de temporada solo será un capítulo más de gloria estadística del delantero. El séptimo doblete deMessi (más un triplete) concentran sus 17 goles anotados en 12 jornadas. Él solo ha marcado ya más tantos que 15 equipos de Primera: salvan la vergüenza elMadrid, elAtlético, elDeportivo y elBetis.

Messi lo hizo todo. Hizo, además, feliz, aSong, que se estrenó como goleador pese a que su faceta reside en proteger al equipo. El camerunés, muy entonado, en realidad pasaba por allí, pues era una segunda jugada procedente de un córner. Porque, por mucha psicosis que exista -confirmada ayer con el momentáneo empate maño- elBarça también marca en acciones de estrategia. Y más veces que sus rivales.

LÍDER INASEQUIBLE

Así que conMessi en el puesto de mando (78 goles en el 2012), a esteBarça no hay quien le tosa. Once victorias en doce jornadas le convierten en un líder inalcanzable e inasequible. Solo pudo pararle los pies el Madrid con el empate que arrancó en elCamp Nouy, aún así, los de Mourinho resuellan con mantener los ocho puntos de desventaja.

AlZaragoza la faltó entidad para soñar con algo más que salir dignamente del estadio. Nada tiene que ver con el deprimente equipo del año pasado que se salvó con un arreón final. Tuteó elBarça en algunas fases hasta provocar el fastidio de la grada, muy mal acostumbrada a ver la bola siempre en poder de los suyos. Con los laboriososApoño yMovilla en el eje de la divisoria, el once maño tocó y se estiró; el problema es que no remató más allá de la ocasión de gol. Demasiado poco para alterar a unBarça que sabe negociar las incomodidades del marcador. Y el primero que es insensible al desaliento es Messi, que tardó cuatro minutos en desactivar la incipiente inquietud.

CAMBIO DE ATAQUE

Omnipresente, al argentino le da igual que el equipo cargue más el juego por la banda izquierda; falta por convenir si se debe al bajón deAlves, ausente ayer, sustituido porMontoya, o al ímpetu deJordi Alba por el otro lado. Tal vez se deba a los dos motivos, pero en el exvalencianista el equipo ha encontrado un valioso estilete. Con Alba también han salido ganando Villa e Iniesta, que ayer volvió a la normalidad recuperando la titularidad.

Alba ha cubierto el vacío dejado porAbidal, yPuyol volvió ayer para tapar la nostalgia de su propia ausencia, juntándose de nuevo conPiqué. Como en los viejos tiempos. Con una codera para recordar que comparecía tras una fea luxación de codo, apareció en el campo sin pasar por el banquillo. El regreso del capitán no subsanó la hemorragia de goles concedidos, porque a la salida de un córner, el tercero del partido, el segundo en menos de un minuto, el Zaragoza igualó el primer tanto deMessi.Puyol fue el único que salió a tapar el rechace, sin que nadie de la última línea, ni de quienes debían atender a ese balón suelto, hiciera el amago de atacarlo. Con un equipo más alto, el empate llegó por raso.

SOLO TRES VECES A CERO

Y esas pequeñas taras provocan que elBarça solo haya mantenido a cero la portería en tres (Valencia, Granada y en Vallecas) de las doce jornadas. Por ahora, el despliegue ofensivo -y los 34 puntos de los 36 disputados- minimizan ese problema, convirtiéndolo solo en motivo de enfado deValdés, ya que los recursos ofensivos, recuperadosPedro yVilla, y desatadoMessi, parecen infinitos. Aunque ayer no se notaran. Seguramente porque el equipo no necesita exprimirse mientras Leo siga corriendo para retroceder 40 años y superar los 85 goles deGerd Müller.