EL PARTIDO DEL CAMP NOU

El Barça se complica la vuelta de la Copa al sestear ante el Málaga (2-2)

Los andaluces empatan en el último minuto y convierten en inútil la remontada de los azulgranas, que han vivido un partido aciago en las dos áreas

Puyol disputa un balón con Weligton

Puyol disputa un balón con Weligton / periodico

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una noche aciaga en las dos áreas obligará alBarça a jugarse a pelo la clasificación para semifinales de laCopa del Rey enLa Rosaleda el próximo jueves. Lo que en otros tiempos sería una catástrofe, no lo parece ahora tanto por la solvencia y el crédito ilimitado que se ha ganado este equipo, capaz de ganar donde sea, sobre todo si lo necesita. Y una victoria o un empate a tres o superior es el resultado que deberá arañar para seguir vivo y enfrentarse al vencedor del Valencia-Madrid.

El primer acto de la trilogía de enfrentamientos con elMálaga se estrenó el domingo con un regalo deCamacho aMessi. Y Camacho ha cerrado este miércoles el segundo episodio (2-2), que también se ha caracterizado por la generosidad mutua que se han prodigado ambos equipos con sus errores. Convertidos ambos en samaritanos, los azulgranas han regalado el primer gol a los andaluces, el Málaga ha tirado por la borda su ventaja en un minuto por contemplativo y después ha recobrado la vida en el último suspiro cuando solo ansiaba abrazarse al pitido final y con uno menos sobre el campo tras laexpulsión de Monreal por derribar aPedro cuando se escapaba.

Banquillo de campeones

El Barça ha estado extraviado. El partido ha pintado tan feo, con el equipo desconexo, con pérdidas de balón una tras otra, queTito ha dado entrada aPedro,Cesc yXavi, para darle el equipo un baño de titulares --siete suplentes campeones de la Eurocopa-- y una red de seguridad en la zona ancha. El Málaga la ha salvado con una falta lateral aérea que ha remachado Camacho, el más señalado el domingo en la Liga.

El primer regalo del Barça, en el primer gol que ha encajado en la Copa, ha sido de responsabilidad compartida entrePinto yThiago: el portero ha retenido demasiado el balón y no lo ha lanzado a la banda, donde esperaba Montoya, sino que se lo ha entregado en perpendicular al centrocampista, sin ser consciente de la presencia deIturra. El malaguista se lo ha robado y ha marcado a placer (m. 25).

Un minuto de frenesí

La reacción de los azulgranas ha sido inmediata, para fortuna de los dos, que rumiaban sus pecados.Messi, algo encendido --el árbitro le ha pitado una falta cuando Sánchez lo ha empujado y derribado-- y responsable como se siente del devenir de este equipo, ha creado de la nada una jugada imposible de culminar. Le ha ayudado Weligton, blando por una vez, que solo ha sido capaz de frenar su carrera (m. 28). Al minuto, en pleno frenesí,Puyol, en un cabezazo inverosímil, ha dado la ventaja al cuadro local (m. 29).

La zozobra ha durado poco. Ha sido un breve paréntesis en el dominio del Barça, al que solo le ha costado transformar las ocasiones. Mención especial mereceAlexis.Vilanova yPellegrini han rivalizado en cambios antes de empezar. Los dos han volteado sus respectivos equipos respecto al domingo. Entre los azulgranas solo han sobrevivido Mascherano, Iniesta y Messi; entre los blanquiazules, Sánchez, Weligton, Eliseu y Camacho.

Con más o menos suplentes, el nivel ha sido similar excepto en el área de meta, donde el Barça ha fallado con generosidad. Algo más se ha estirado el Málaga, que ha sabido encontrar espacios para armar algunas combinaciones hasta que Buonanotte y Saviola han chocado conMascherano. 'El Jefecito' ha impuesto el mismo respeto en el campo como en la selección argentina. Los dos malaguistas no se han acercado al área como ya no se acercan a la concentración albiceleste. Pellegrini ha cambiado a los dos.

Noche negra de Alexis

Tito también ha sentado aAlexis, que ha protagonizado una noche negra, de esas que hunden a un futbolista. El chileno habría quedado sentenciado en otros tiempos. Hafallado dos goles solo ante la portería que en este mundo de apuestas (y amaño de las apuestas) levantarían sospechas. El público ha deducido que no es tan malo como les ha podido parecer a algunos y gran parte de la hinchada ha sentido lástima de él.

A él le toca redimirse, como al equipo le tocará reparar el desaguisado de una mala noche. Es capaz. Lo ha demostrado mil veces.