Amor: un debut de campeón

El emblema de La Masia conquista la Liga regular de Australia en su primera experiencia como técnico

Guillermo Amor posa con un aficionado del Adelaide UNited.

Guillermo Amor posa con un aficionado del Adelaide UNited. / periodico

JOAN DOMÈNECH

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El histórico emblema de La Masia vive en la otra punta del mundo. En Adelaida. Y hasta allí, en una ciudad donde se ven camisetas del Barça gracias a Messi, ha exportado el nombre del club, de una filosofía y de un estilo para proclamar al Adelaide United campeón de la Liga regular de Australia. En las antípodas ha nacido un entrenador de 48 años: Guillermo Amor (Benidorm, 4 de diciembre de 1967).

Amor. El nombre lo dice todo, incluso en la reducida consideración futbolística y azulgrana. Otra leyenda expatriada, a quien no renovó el contrato en mayo del 2014 el mismo que le fichó: Andoni Zubizarreta. El presidente ya había cambiado. Sandro Rosell había cedido gentilmente su sitio a Josep Maria Bartomeu, exvicepresidente deportivo.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El\u00a0Adelaide estuvo 8 jornadas sin ganar,\u00a0","text":"fue colista, y ha terminado l\u00edder, gan\u00e1ndose la ventaja de campo en el 'playoff'"}}

LA ATRACCIÓN

Un mes después, Amor recibió una oferta de Josep Gumbau desde Adelaida. Ejerció de director deportivo un año, hasta que este verano, con la marcha de Gumbau, aceptó ser el entrenador. Un trabajo ante el que se había resistido siempre (entre el 2003 y el 2007 y entre el 2010 y el 2014 fue máximo responsable de la cantera barcelonista), pero ante cuya atracción –la responsabilidad, la organización, la enseñanza, la tensión, el morbo...– ha sucumbido. «No era reacio a ser entrenador», rebate, «sino que uno va pasando etapas en la vida. Se ha dado cuando se ha dado», dice, encantado por la experiencia.

El desenlace de esta epopeya aún no está escrito. Faltan las dos últimas estaciones del camino para cantar definitivamente victoria: la semifinal (22 de abril) y la final (1 de mayo) del play-off por el título. El United tendrá la ventaja de campo. «Me meto en algún rondo aún y juego en alguna conservación de balón, pisar el césped atrae mucho, es lo que has vivido en tus mejores años como futbolista», añade.

EL MÁS LAUREADO DEL SIGLO XX

Él los vivió, además con una recolecta de 17 títulos que lo convirtió en el jugador más laureado de la historia culé  hasta que comenzó el siglo XXI. Con el tiempo, la figura de Amor adquirió todo el significado que perseguía su alumbramiento al gran público: él, a los 15 años, sustituyó a Diego Maradona en la inauguración del Miniestadi en 1982. Cinco años después debutó en el primer equipo y uno más tarde se convertía en una pieza fija del 'dream team' de Cruyff.

El primer despido llegó en 1998 y lo firmaron Louis van Gaal – «los que se queden pasarán un año terrible», «Amor está cerrando las puertas a jóvenes como Xavi»– y Josep Mussons, entonces responsable de la cantera, que remachó el clavo proclamando que Amor «ha cobrado del Barça 1.350 millones de pesetas en 14 temporadas» y recordando, además, el coste que generaba mantener la cantera.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Amor tiene tres espa\u00f1oles\u00a0","text":"en el cupo de extranjeros y trata de inculcar la 'escuela Bar\u00e7a'"}}

Igual de dolido que la primera vez se marchó en la tercera, pero ahora en Adelaida vive feliz. Contempla con satisfacción su gran obra, labrada con mucho sufrimiento. Un inicio catastrófico (tres empates y cinco derrotas) colocaron colista al United cuatro jornadas. En la novena llegó el primer triunfo: 1-0 al Perth Glory.

«Nunca perdimos la fe. Los chicos trabajaron muchísimo. Son un grupo humano muy bueno no vas a ningún lado», subraya Amor. Una furibunda reacción concretada en 14 victorias, 4 empates y 1 derrota parió otra racha. El 0-2 en el campo del Melbourne City –la franquicia del Manchester City–, combinado con el empate del Brisbane Roar, aseguraron el liderato final. El primer premio.

TRES EMIGRANTES

La Primera División consta de 10 equipos que se han enfrentado entre sí tres vueltas. Está reglamentado el cupo de extranjeros, el presupuesto de la plantilla y se regula la presencia de los jóvenes. Amor, y su segundo, Pau Martí, tienen a tres españoles a sus órdenes: Isaías Sánchez, nacido en Sabadell (1987), Pablo Sánchez (Cádiz, 1983) y Sergio Cirio (Barcelona, 1985). Solo Isaías, y pocos minutos, jugó con el Espanyol en la Primera española.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Guillermo Amor","position":"ENTRENADOR DEL ADELAIDE","text":"No era reacio a ser entrenador. Pisar el c\u00e9sped atrae mucho, a\u00fan me meto en alg\u00fan rondo\""}}

«La idea, como no puede ser de otra forma, es la de la escuela Barça, la que he mamado: tener el balón, jugar en el campo contrario, llevar la iniciativa... pero has de tener en cuenta las circunstancias y el equipo que tienes», explica Amor desde Australia, donde trata de importar una filosofía en una cultura futbolística de corte británico. «Estamos muy lejos», bromea. La familia también paga la distancia: su hijo mayor estudia en  Barcelona y el segundo está en Londres.

La diferencia horaria le impide ver al Barça en directo. La discreción le reprime enjuiciar al equipo. «Aprendo cada día. Por muchos años que lleves en el fútbol siempre aprendes», dice Amor, mientras está observando un entrenamiento de juveniles. Con el chándal puesto, como todos los entrenadores, ya no desconecta nunca.