Alves confiesa que ya está fuera del Barça

El defensa afirma que se siente minusvalorado y menospreciado por la oferta del club

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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Si Luis Enrique consideró el sábado que Thomas Vermaelen, con su reaparición, era el primer fichaje de la próxima temporada, desde ayer puede contemplar que Dani Alves será la primera baja. «¿Está descartado que sigas en el Barça? A estas alturas, sí; después, peor». Esas fueron la penúltima pregunta y la penúltima respuesta del defensa 40 minutos después de que  el propio Alves, en su segunda intervención, hubiera anunciado que su futuro era «una incógnita» y aplazaba su decisión hasta el 7 de junio, al día siguiente de la final de la Champions League frente a al Juventus.

Pero Alves no acudía a la sala de prensa para contemporizar. Ni para entretenerse, aunque cantara y riera después de criticar que el club le hubieran faltado al respeto. Se presentó ante los periodistas porque quería contar cuatro cosas; entre ellas, que se va del Barça a no ser que Josep Maria Bartomeu, el presidente dé un golpe de efecto y acepte las condiciones del futbolista para continuar en la plantilla. Algo difícil. Porque una respuesta afirmativa significaría que Bartomeu se pliega a las exigencias de Alves y porque el defensa estuvo descortés al decir que su última conversación con el presidente «no me interesó ni a mí».

EL DESPECHO / Alves se siente «minusvalorado y menospreciado» por verse empujado a la salida porque él tampoco acepta la oferta de renovación. Dijo que el problema no eran los años (dos temporadas más una tercera opcional), por lo que se deduce que las diferencias son económicas. Hay también algo de despecho en el sentimiento de Alves que arrastra desde la temporada pasada. Por un lado porque piensa que Andoni Zubizarreta no era partidario de ampliar su contrato «desde el año pasado»; por otro, porque la propuesta de seguir la recibió cuando el club había sufrido la sanción de la FIFA que le impedía hacer fichajes.

«Con el equipo estoy al 200%, con el club, ni al 10%. Tengo un pie, el cuerpo y casi la cabeza fuera», comentó entre suavizantes risas Alves para atenuar su amargura. El internacional brasileño quiso contrastar la absoluta implicación que siente con el vestuario para conquistar los dos últimos títulos respecto a la junta. Porque la falta de respeto que dice haber sentido, en parte, corresponde a los directivos, explicó, al deslizar algunas informaciones sobre él. «El presidente sabe lo que debe hacer para que siga», insistió.

GANADOR Y COMPETIDOR / Alves lamentó que otros clubs «de fuera» le valoren más que el propio Barça. Le hiere en su orgullo. Por el rendimiento ofrecido (341 partidos, una media de 48 por temporada) y por la entrega aportada. «El míster no me pone porque soy guapo, que sí lo soy, sino porque me lo curro mucho», comentó, garantizando que mantendrá la profesionalidad que ha exhibido hasta ahora en los dos últimos encuentros donde piensa «disfrutar mucho». Son dos finales y serán los últimos con el Barça, «donde he pasado los años más maravillosos de mi vida», dijo. Desde el 2008, cuando aterrizó en el Camp Nou, procedente del Sevilla, y con un coste de 29 millones más 6 en variables. El Barça los pagó íntegramente.

«No me importará irme con 19 títulos (de momento ha logrado 17) porque saldría como llegué: como un ganador, como un competidor», aseguró, en un mensaje reivindicativo y orgulloso. «No me siento imprescindible, nunca lo he sentido», preciso, huyendo de la soberbia, pero recordando que tiene «un valor» y que «bastantes méritos» había contraído para continuar vistiendo de azulgrana.