GRAN PREMIO DE CATALUNYA

"Marc está de regreso"

Los jovencísimos pilotos valencianos Aaron Polanco y Jaume Masiá posan en Montmeló en plan colega.

Los jovencísimos pilotos valencianos Aaron Polanco y Jaume Masiá posan en Montmeló en plan colega. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / MONTMELÓ

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Tendrían que verlos. Son para comérselos a besos. Qué buena gente, Dios. Estudiosos, listos, pillos, trabajadores. Aún no ganan, no. El que gana en el nuevo Campeonato de España de Velocidad (CEV, rebautizado ahora como 'Mundialito'), es Aron Canet, quien, aunque tiene una edad parecida, a su lado parece el primo de Zumosol.

Los valencianos Aaron Polanco (Almussafes, 15 años) y Jaume Masiá (Algemesí, 14) forman parte de esa generación que amamanta el motociclismo español, acuna el Circuit y alimentan las federaciones territoriales y las instituciones y patrocinadores que contribuyen a que este renovado torneo sea la envidia y el espejo en el que el mundo quiere verse reflejado. Por eso hay 19 niños extranjeros en el CEV.

Aaron y Jaume se llevan de cine. Aaron está en la estructura de Jorge Martínez 'Aspar'. Y Jaume es, dicen, la próxima perla de Emilio Alzamora, ya saben: Marc Márquez, Àlex Márquez, Àlex Rins, Fabio Quartararo… Masiá, quién sabe. Ya tienen los modos de los grandes campeones ¡con apenas 14 años! Aaron pide que hagamos la foto teniendo como fondo el camión de 'Aspar'. Jaume exige, sí, sí, que repita la foto porque tiene que salir "con la gorra de Monster". Va a su box, la coge, vuelve corriendo, posa y ¡clic!, foto repetida, claro.

Dos artistas del asfalto

No están los papás. Ni las mamás. Ni se les espera. Ni los necesitan. "Tener equipo te cambia la vida", dice Aaron como si fuese Iniesta. "Yo voy solo, tengo mánager, pero nadie como papá para las dudas", añade Jaume, ¡menudo pájaro! Aaron subió a su primera moto a los 8 años en un polígono de camiones. Jaume, con 5, "en un descampado de arena". Con la misma moto. "Una motito China, un juguete, pero nos parecía una Honda RC213V".

Se miran. Dicen que no se han perdido ni un ensayo de Montmeló. "Vamos a ver un auténtico carrerón, ya verás, esos tíos son unos cracks, ¡vuelan!", señala Aaron. «Valentino Rossi ha empezado muy bien, pero Jorge Lorenzo está muy crecido, mucho. Lleva tres victorias seguidas. No hay nada como ganar", apunta Jaume. "La Ducati ganará algún día y mira, mira, la Suzuki ya está ahí. Esto se va a poner guapísimo".

Ya no hay preocupación para que aparezcan sus patrocinadores en la foto. Ni el fondo del camión. Se han ido todos. Así que la parejita --de verdad, ¡me los llevaría a casa!-- se suelta. "¡Ojito!", dicen Aaron y Jaume a la vez, "que Marc está de regreso, está volviendo, ya está ahí. ¡Caray, que es el bicampeón! ¡Que lo ganó todo el año pasado".

Y, claro, bajitos, veloces, con el mismo lastre en su moto que le ponían, de niño, a Márquez ("yo llevó 19 kilos de lastre", dice Aaron; "¡yo, 21!"», protesta entre risas Jaume), los dos aseguran que mucha gente les encuentra parecidos con Marc. "Tengo muchas cosas suyas. Soy pequeñito y tiro la moto en las curvas con energía, aunque tal vez no debería", dice Aaron. "Sí, les recuerdo a Marc. Será porque él también era bajito, ¿no? No tengo su codo, su rodilla, ni su culo, perdón, pero me gusta plegar como él".

Los dos aseguran que "para ganar hay que arriesgar". En eso también coinciden con Márquez. "Lo importante es pasárselo bien", cuenta Jaume, que añade con la sabiduría que todos le suponen: "Me encanta Marc, pero también disfruto, y mucho, con la finura de Jorge. Yo gestiono el gas como Lorenzo, que, como no es tan espectacular como Marc, parece que no va rápido ¡pero vuela, vueeeela!".