Messi, gigante del fútbol

En apenas 169 centímetros se concentran las esencias de un futbolista excepcional, único, irrepetible. Un jugador que demuestra lo poco que importa la altura cuando se atesora un inagotable arsenal de fantasía y recursos técnicos. Fue precisamente la altura la que llevó a la familia de Leo Messi (Argentina, 1987) a Barcelona cuando era un niño, en busca de una solución a sus problemas de crecimiento. Tras verlo jugar, el Barça asumió el coste del tratamiento y fichó a la joven promesa.

Y con el transcurso de los años, Messi ha crecido. A una altura razonable como persona. Hasta unas dimensiones inconmesurables como jugador. A sus 23 años, ya ha ganado dos Champions y cuatro Ligas con el Barça, y un oro con el equipo olímpico argentino, entre muchos otros títulos. A nivel individual, un Balón de Oro, una Bota de Oro, un FIFA World Player, un FIFA-FIFPro y un Pichichi son algunas de las distinciones que ya adornan las estanterías de su casa.

Ocho partidos seguidos marcando

Del estirón de Messi se ha aprovechado el Barça. Y de qué manera. Su timidez y su carácter hogareño fuera del campo se tornan en una tiránica superioridad y una insaciable competitividad cuando salta a un terreno de juego. Eléctrico en sus movimientos, versátil al desenvolverse en cualquier posición en ataque, solidario en el esfuerzo y tremendamente certero en sus remates. Así es el que muchos consideran ya, pese a su juventud, el mejor futbolista de la historia.

Y así se empeñan en demostrarlo sus números. Esta temporada, ha marcado 10 goles en Liga, todos ellos de jugada (dos con la derecha, once con la izquierda), con una media de 1,3 tantos por encuentro, en sus 49 remates a portería. En solo tres meses de competición, ha sido capaz de anotar en ocho partidos seguidos y ya suma 22 goles, desafiando su propio registro de 47 tantos de la pasada temporada. En cuanto al resto de facetas, destacan sus cinco asistencias de gol e incluso las 24 pelotas que ha recuperado.

El delantero ya es el cuarto goleador de la historia culé, con 101 tantos, al acecho de los 108 de Etoo, y motivado para superar a dos mitos como Kubala (131) y César (195). Entre sus víctimas predilectas está, cómo no, el Madrid, al que ya ha endosado siete goles en ocho partidos. No puede decir lo mismo de sus enfrentamientos con equipos entrenados por Mourinho, a los que no ha podido marcar en siete encuentros. El lunes tiene una nueva oportunidad de hacerlo y agrandar la dimensión de un futbolista gigantesco.