Las claves de Johan Cruyff

La solución es aligerar el calendario

El fútbol es un producto y el exceso de partidos no solo provoca una disminución de la calidad general, sino que está matando a los mejores futbolistas. Y la culpa no es de las selecciones nacionales.

El lituano Sernas agarra a Puyol tratando de proteger el balón, el viernes en Salamanca.

El lituano Sernas agarra a Puyol tratando de proteger el balón, el viernes en Salamanca.

Johan Cruyff

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L a gente quiere ver a los buenos futbolistas siempre en su plenitud y eso es imposible. Les están matando. Los jugadores de fútbol necesitan, sí o sí, cuatro semanas de vacaciones y otras cuatro semanas de trabajo de pretemporada. ¿Se ha dado esto con los campeones del mundo de Suráfrica? La respuesta es obvia. Y los amistosos en México y Argentina a mediados de agosto y principios de septiembre fue un error monumental. ¿Insistes en hacerlos? Entonces prueba a otra gente, a caras nuevas. Para eso están los amistosos. Y más aún viniendo de donde venías.

¿Estoy en contra de los equipos nacionales? En absoluto. Todo lo contrario. El fútbol no solo vive de las ligas nacionales. Las fases finales de un Mundial o de una Eurocopa son maravillosas. Pero no hay fase final sin una fase previa de clasificación.

¿Sabéis cuántos partidos oficiales para la Eurocopa- 2012 jugará España esta temporada? Cinco. Y otros cinco la temporada que viene. Diez partidos (12 en caso de repesca) oficiales de selección en dos temporadas son perfectamente asumibles.

Por tanto, es un error culpar a terceros porque se lleven a tus futbolistas para la selección. Lo que no es asumible ni tiene sentido es insistir en llevarles para según qué amistosos en según qué fechas. Lo que hizo la federación española con los campeones del mundo en verano fue una equivocación. Pero que este error puntual no nos impida ver otra realidad de mucho más calado. Hasta que no liberes fechas en el calendario de la Liga y la Copa, culpar de todo aVicente del Bosquey aFernando Hierroes absurdo.

Recorte doméstico

Partamos de una pregunta bien sencilla. ¿Cómo podemos mejorar el fútbol? Aligerando el calendario. El formato actual de la Champions

League me parece correcto. Eliminaron la segunda liguilla por exceso de partidos y lo han dejado con una liguilla (6 partidos) más eliminatorias directas (otros 7 partidos máximo para los finalistas). Total: 13 partidos de la Champions a lo sumo.

Descartado entonces el recorte de partidos en la máxima competición por clubs, no tienes más remedio que ir a parar a tus campeonatos domésticos. Y aquí, España se lleva la palma en Europa: 47 partidos oficiales entre la Liga (38) y la Copa (9) es excesivo. Si les sumas los 13 de la Champions, te vas a 60 partidos. Y si le añades los 11 de la selección (5 oficiales, 6 amistosos), te vas a 71. Y, en el caso del Bar-

ça, otros dos por la Supercopa de España. Total de la temporada 2010-11: 73 partidos.

Si tienes en cuenta que los futbolistas han de tener un mes de vacaciones, otro mes de preparación y una semana extra de vacaciones en Navidad, te salen 9 semanas sin fútbol. Réstalas a las 52 semanas que tiene un año y te quedas con 43 semanas. En esas 43 semanas tienes que meter hasta 73 partidos... sin Mundial ni Eurocopa a la vista, pero con un Mundial recién disputado. El resultado final es una media superior a 1,5 partidos por semana, o 6 partidos al mes, siempre. ¿Asumible? Qué remedio. ¿Mejorable? Sin duda. Dejemos de mirar mal al seleccionador español y al secretario técnico de la federación y miremos a su presidente. Vienes de una temporada -la anterior- comprimida, con un Mundial disputado y unas vacaciones alteradas. Sabiendo todo esto de antemano, ¿me puede explicar alguien por qué demonios se insiste en la fórmula de la eliminatoria de Copa a doble partido?

La fórmula funciona

En un año pos-Mundial y pos-Eurocopa, al menos, la Copa, a un partido. Los números son muy fáciles en ese apartado. A doble partido, el finalista jugará 9 partidos. A partido único, tienes campeón en 5 partidos. ¿Qué interés tiene el Ceuta-Barça a doble partido? Cero. Y lo tendría todo si fuera a partido único y en Ceuta.

La base de la Copa es la eliminación. Eso es lo que la hace distinta y emocionante. La Copa no es para rectificar. O te metes o estás fuera. Para margen de rectificación ya tienes otra competición -la Liga-, parida para este fin. Y la Supercopa, por favor, a un partido. Así, entre una cosa y la otra, ya restas 6 encuentros. Si ves que la fórmula de Copa a partido único funciona en otros países, que todo son ventajas, cópiala. A ver si de una vez por todas nos damos cuenta de que el fútbol es un producto. Y de que, a más partidos, el producto baja. A partido único, revitalizas la Copa y descargas el calendario.

¿Se puede ir más allá? Se debería. 20 equipos en Primera (38 jornadas) es excesivo. Lo ideal serían 16 (30 jornadas) y la solución a medias, una Liga de 18 equipos (34 jornadas). Los partidos han de servir para algo, tener algo en juego. Y con una Liga de 20 equipos acaban saliendo muchos partidos intrascendentes.