Iniesta ejerce de Messi

Solo David Villa aguantó en la delantera tras la batería de cambios que operó Guardiola. Uno, en el ataque, fue voluntario (Bojan por Pedro); el otro era obligado por la lesión de Leo Messi. El argentino pisó el césped unos minutos. Solo para recibir al premio al mejor jugador del Barça de la pasada temporada. Lleva el nombre de Aldo Rovira, hijo fallecido del exdirectivo azulgrana Josep Lluís Rovira, instaurado el pasado año.

Messi fue ovacionado y posó con la familia Rovira antes de ocupar un sitio inusual. Leo se sentó en la tribuna. En el palco, concretamente, decisión que reconsideró la directiva de Sandro Rosell tras anunciar que los jugadores no estarían en la zona noble. Messi se sentó delante del hombre que le fichó. Delante de Carles Rexach, que estrenó su cargo de asesor deportivo, con el que conversó de vez en cuando. Cada vez más inquieto por la incertidumbre del resultado, hasta que Villa inauguró el marcador.

A Messi le suplantó Andrés Iniesta, excepto en los 20 minutos iniciales de la segunda mitad. Lo suplantó porque ejerció de falso delantero, retrasando su posición para combinar con los centrocampistas. Pero en lugar de hacerlo en el centro del ataque, como Messi, lo hizo como extremo izquierdo.

Iniesta también fue el encargado de forzar el desequilibrio entre la zaga rojiblanca buscando el uno contra uno con su facilidad para el regate. Sin el virtuosismo ni la frecuencia de Messi, pero parecido acierto. Un problema resuelto.