NATACIÓN

Illana da un salto sorpresa y gana el bronce desde un metro

Es la novena medalla de los saltos en unos Europeos y la séptima de España en Budapest

Mireia Belmonte, en las semifinales de ayer de 200 estilos.

Mireia Belmonte, en las semifinales de ayer de 200 estilos.

JOAN CARLES ARMENGOL
BARCELONA

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Nació en Leganés hace 24 años. Le encanta la música electrónica, con la que juega a mezclarla en el ordenador. Admira a su madre por aguantarlo y animarlo en su difícil elección deportiva, y lo máximo que suele leer son un par de líneas de cualquier cosa para distraerse y relajarse antes de competir. Javier Illana, olímpico en Pekín-2008 y séptimo en el trampolín de 3 metros en los Mundiales de Roma del año pasado, dio ayer un salto a la sorpresa y se llevó la medalla de bronce en la modalidad de un metro, que en teoría debía servirle para calentar motores ante su verdadera prueba, que afrontará mañana. Illana, uno de los tres únicos saltadores españoles presentes en los Europeos de Budapest (con Jennifer Benítez y Karina Silva), logró ayer la novena medalla en saltos para España en campeonatos de Europa y la séptima de la selección en la capital húngara, tras las cuatro platas de la natación sincronizada, el oro de Rafa Muñoz en los 50 metros mariposa y el bronce de Duane da Rocha en los 200 espalda.

Hacía seis años que los saltos españoles no llegaban al podio. Lo hicieron por última vez en los Europeos de Madrid el dúo Lola Sáez de Ibarra y Leyre Santos en plataforma sincronizada. La última medalla masculina databa del 2002, con la plata de José Miguel Gil en Berlín en un metro, la misma modalidad de ayer. Y el único oro lo logró el propio Gil en 1999 en Estambul. En total, una medalla de oro, 4 de plata y 4 de bronce desde que en 1997 cayeron las primeras en Sevilla.

MENTALIDAD / Nada parecía aventurar que Illana podía optar al podio ayer mismo cuando, tras la calificación matinal, apareció con la 11ª puntuación entre los 12 finalistas. Pero por la tarde cambió su mentalidad. «He competido con cabeza, sin arriesgar, cosa que por la mañana no había hecho», explicó el clavadista madrileño, que no perdió la esperanza hasta la última rotación. Illana marchaba cuarto, por detrás del ruso Evgeni Kuznetsov, pero en el último intento eligió un salto de mayor dificultad que el del ruso, que además falló en el suyo, y le superó para arrebatarle la medalla de bronce en el último suspiro. Illana, que solo había competido este año una vez en el trampolín de un metro, hizo su mejor marca personal en la modalidad (414,35 puntos) y dejó por detrás a Kuznetsov (411,45). Por delante de él solo quedaron el ucraniano Illya Kvasha (433,90) y el alemán Patrick Hausding (430,25).

«Estoy muy contento de estar aquí, de tener el equipo que tengo y el entrenador [Manolo Gandarias] que tengo», dijo Illana, que aumenta con ese éxito las aspiraciones que ya tenía de brillar en su mejor altura, el trampolín de 3 metros. «Aunque no hubiera ganado esta medalla, también iría a muerte», advirtió.