BCN se pone en forma

Barcelona ha vuelto a situarse en el mapa. No en el mundial, como sucedió con los Juegos Olímpicos de 1992, pero sí en el europeo. La ciudad olímpica ha vuelto a arremangarse para acoger un campeonato de nivel, con los Europeos de atletismo que ayer arrancaron con una original ceremonia de apertura en la Font Màgica, al pie de la olímpica montaña de Montjuïc.

Hoy, los mejores atletas continentales ocuparán de nuevo el Estadio Olímpic, ahora Lluís Companys, para dirimir su hegemonía y calibrar de paso la situación del envejecido atletismo español. Barcelona se ha sacudido los michelines y se ha puesto de nuevo en forma en una fiesta que quiere hacer extensiva a toda la ciudadanía. Por eso no será Montjuïc el único escenario de la 20ª edición de un campeonato que comenzó a disputarse en 1934. Cinco de las pruebas (las tres de marcha y los dos maratones) saldrán a la calle para acercar aún más el sudor de los atletas a la gente. El público –o la posible falta de él– es la única preocupación que surca la frente de una ciudad que acogerá hasta el próximo domingo el campeonato de atletismo que mejor se adapta al nivel del equipo local, que no se encontrará a los inalcanzables velocistas afroamericanos y a los incansables fondistas de los altiplanos africanos.

«Los Europeos devolverán la capitalidad deportiva a Barcelona y rememorarán el espíritu de los Juegos del 92», aseguró ayer el alcalde, Jordi Hereu. «Estoy seguro de que la ciudadanía se volcará con este nuevo acontecimiento, tal como ha hecho con los de primer nivel que se han celebrado en la ciudad», añadió.

LLAMADA AL PÚBLICO / Hasta ayer se habían vendido aproximadamente el 60% de las entradas para Montjuïc, un estadio con el aforo reducido a 32.000 localidades para dar mayor calidez a la competición. Pero la mayoría de abonos han sido adquiridos por aficionados extranjeros (un 40%, según cálculos de la organización) o de fuera de Catalunya (un 50%). Falta la aportación del público local, que se espera que llegue a partir del pistoletazo de salida dado ayer por la ceremonia inaugural. «Correr en casa es muy motivante, espero que el público anime mucho y se enganche a ver lo maravilloso que es este deporte», expresó ayer Mayte Martínez, una de las estrellas del equipo español (fue subcampeona europea en el año 2002 en Múnich). «Lo bonito, aún más que competir en casa, es hacerlo en un estadio totalmente lleno, como tuve ocasión de hacer, ante 90.000 personas, en los Juegos Olímpicos de Pekín», advirtió Ángel David Rodríguez, el plusmarquista español de 100 metros lisos.

La organización espera que la ciudad no falle esta vez. «Barcelona lleva vinculado el ADN del deporte y animo a los ciudadanos a que hagan suyo este campeonato, que tendrá un espléndido nivel», dijo el delegado de Deportes barcelonés, Pere Alcober. La ciudad ha invertido 31 millones de euros en poner en forma las instalaciones (las pistas de la Mar Bella, Joan Serrahima, Pau Negre y Can Dragó serán de entrenamiento o calentamiento), pero ya ha cifrado un retorno inmediato de 42 millones, según un informe del Consorci Turisme de Barcelona, sin contar los efectos mediáticos, que llegarán a más de 50 países a través de más de 1.000 horas de retransmisión de TV.

MÁS OCUPACIÓN HOTELERA / Las cifras inmediatas también parecen positivas. El campeonato mueve a 13.000 acreditados (de los que 1.370 son atletas), además de muchos visitantes, y la ocupación hotelera esta semana se cifra en el 76%, dos puntos por encima de la media del verano.

El inconveniente será que, debido a las pruebas de marcha y maratón, quedará afectado el tráfico en algunas zonas (alrededor del Passeig Picasso y avenida Marqués de l'Argentera) y también en la avenida de l'Estadi, en Montjuïc. Por contra, habrá autobuses lanzadera que saldrán junto a las Torres Venecianas para subir al estadio.