CRISIS DE UN CLUB CATALÁN

La plantilla del Terrassa se encierra en su estadio después de tres meses sin cobrar

«Hay jugadores que no tienen para comer y les echarán de sus viviendas», asegura el capitán

Encierro. El técnico y los jugadores se entretienen jugando a las cartas en las instalaciones del estadio Olímpic de Terrassa.

Encierro. El técnico y los jugadores se entretienen jugando a las cartas en las instalaciones del estadio Olímpic de Terrassa.

MIKI ROMAGOSA
TERRASSA

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Hace apenas un lustro el Terrassa vivía su época más gloriosa en Segunda A. El conjunto egarense se atrevió incluso a plantar cara al Madrid en la Copa del Rey del 2003 en uno de los partidos más recordados por la afición rojilla, que ahora sufre la agonía de su equipo, último del grupo 3 de Segunda B y al filo del abismo por la incompetencia de sus gestores. Los jugadores y empleados no cobran y el escándalo estalló ayer con virulencia.

Tal y como se esperaba, la plantilla dijo basta y decidió durante el mediodía encerrarse en las instalaciones del club. Ninguno de los propietarios de TFC Sport SL, la empresa que gestiona el club catalán, dieron señales de vida. Manel Ferrer y Jesús Fernández mintieron otra vez y la plantilla egarense no aguantó más, harta de promesas incumplidas y aplazamientos infinitos de pago que solo han servido para alargar la agonía.

«Que paguen y se vayan»

Los jugadores acabaron el entrenamiento matinal como un día cualquiera, se reunieron en el vestuario con el cuerpo técnico y comunicaron su decisión. Antes, el preparador Miquel Olmo les dijo que había hablado por teléfono con el vicepresidente Jesús Fernández. De Ferrer, ni rastro. El directivo le dijo al míster que la idea era pagar en los próximos días y, cuando se hiciera efectivo el pago, dejar la entidad.

Pero la situación es insostenible, ya que hay jugadores que están a punto de quedarse en la calle al no poder hacer frente a los pagos de los pisos.«Queremos que paguen y que se vayan. Hasta que no sea así seguiremos encerrados. La plantilla ha tomado esta decisión de forma unánime», explicó el capitán José Ramírez. «La situación de cada uno es distinta, pero hay jugadores que no tienen para comer y a algunos les echarán de sus viviendas»,añadió.

La mayor parte de la plantilla lleva tres meses sin cobrar y el 10 de enero se añadirá otra mensualidad.«Se tiene que buscar una solución urgente. Ya. Hay jugadores que tienen hijos. Un par de compañeros tienen niños de 1 y 2 meses, y lo están pasando muy mal. A algunos les quieren echar de sus pisos porque no pueden pagar el alquiler»,afirma Miguel Ángel Álvarez, quien reconoció que tiene compañeros a los que se les debe hasta cinco nóminas.«Algunos jugadores han pedido la baja y no se la dan».

Promesas incumplidas

El cuerpo técnico apoya la decisión de los futbolistas. «Son demasiadas promesas incumplidas. La situación deportiva, social e institucional es muy delicada»,dice Olmo, que solo cuenta con seis jugadores profesionales para el partido del domingo en Dénia a causa de las lesiones, sanciones y salidas a la desesperada de muchos futbolistas.«Así es imposible entrenar. No hay recursos para el día a día».

Entre los casos más lamentables figura el del utilero Pepe Mármol, una de las personas más queridas en el club rojillo. Lleva 37 años trabajando en la entidad y no cobra desde hace cinco meses. Mármol y su mujer también pasaron la noche de Reyes en el estadio.

La crisis tiene su raíz en el 12 de enero del 2009, cuando la Terrassa FC SAD fue liquidada. El club pasó a unos administradores concursales, se entró en una subasta ante un juez y aparecieron tres propuestas, una de ellas de TFC Sport SL, que adquirió el club en junio con el compromiso de hacer frente a las deudas de la pasada temporada. Las pagaron milagrosamente el último día, pero la agonía del Terrassa continúa en el nuevo curso.