La nueva etapa blanquiazul

Lara vende sus acciones a Condal y deja sin oposición a Sánchez Llibre

José Manuel Lara Bosch.

José Manuel Lara Bosch.

JUAN TERRATS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras años de tira y afloja, José Manuel Lara Bosch, segundo máximo accionista del Espanyol, arrojó la toalla y acordó ayer vender su paquete accionarial a un grupo encabezado por el consejero adjunto a la presidencia, Ramon Condal. Lara se desprende de los títulos al mismo precio que los compró (unos 60 euros) y solo se quedará unas 600 acciones por su vinculación sentimental con el club. La marcha de Lara supone que el presidente, Daniel Sánchez Llibre, podría agotar su mandato (hasta el 2011), pues sus acciones y las de Condal rozarían la mayoría en cualquier votación.

Lara y Sánchez Llibre se reunieron ayer, durante cuatro horas, en la sede del grupo Planeta por tercera vez en un mes y medio. El acuerdo de venta hace patente la disparidad de criterios entre ambos accionistas respecto a la manera de gestionar un club de fútbol. Además, supone el fin de una etapa histórica del Espanyol, ligado a la familia Lara desde la época de José Manuel Lara padre.

Con Sánchez Llibre controlandode facto más del 40% del club

–Condal, uno de los directivos más veteranos, es íntimo del presidente–, es difícil que el palco de Cornellà pueda tener un inquilino diferente al de Montjuïc. En la junta de accionistas de octubre, Sánchez Llibre pondrá el cargo a disposición de la asamblea, pero tiene asegurada la continuidad.

Sánchez Llibre no ve una cabeza visible en la oposición. Claudio Biern, su rival en las últimas votaciones, vendió sus acciones, igual que otro histórico, el expresidente Fernando Martorell. Cualquier movimiento, como la plataforma Espanyol 3.0, que reclamara una junta extraordinaria necesitaría el apoyo de un 5% de las acciones, cantidad muy difícil de reunir pues exceptuando a unos pocos accionistas como Lara –hasta ayer– y el propio presidente, el Espanyol es un club de capital social muy diluido, como deseó el expresidente Julio Pardo.