el disidente

El auténtico Zhivago

El hijo de Pasternak presenta la primera traducción directa del ruso al castellano de la obra de su padre y evoca la persecución que sufrió

A la derecha, el hijo de Borís Pasternak, Evgeni, junto a su mujer, Elena, y su nieta Anastasia, en Madrid.

A la derecha, el hijo de Borís Pasternak, Evgeni, junto a su mujer, Elena, y su nieta Anastasia, en Madrid.

OLGA PEREDA / Madrid

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El doctor Zhivagoes «la novela de un poeta que pone a prueba los límites del género para hablar de todo aquello que convulsiona el alma: amor, ideología, historia, religión, naturaleza». Habla Marta Rebón, y lo hace con conocimiento de causa. Ella es la persona que, por primera vez, ha traducido del ruso al castellano la novela inmortal de Borís Pasternak (1890-1960). Un acto de justicia literaria llevado a cabo, coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte del autor, por Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. La editorial que hace tres años ya hizo lo mismo con otra obra maestra de las letras rusas:Vida y destino, de Vasili Grossman.

El hijo de Pasternak, Evgeni, anima a redescubrir la obra de su padre. Pero recuerda que haber visto la película de David Lean no sirve. «No tiene nada que ver con la novela. Son dos lenguajes diferentes, dos enfoques diferentes», protesta Evgeni, que la semana pasada presentó la nueva edición deEl doctor Zhivagotraducida al castellano junto a su mujer, Elena (experta en la obra del autor ruso), y su nieta, Anastasia.

Eugeni recordó cómo su padre se indignó al sentirse obligado por las presiones de las autoridades soviéticas a rechazar el Nobel que se le concedió en 1958. Desde 1946 le habían propuesto siete veces. Al final, fue 12 años más tarde, cuando el autor tenía 67. Uno de los grandes defensores para que Pasternak conquistara el galardón fue el también nobel Albert Camus (La peste). La Academia sueca otorgó el premio al autor ruso «por sus grandes logros en la poesía lírica contemporánea y por perseguir las nobles tradiciones de la gran poesía rusa». Sin embargo, estalló un escándalo político que evocó, según el hijo de Pasternak, los peores tiempos del estalinismo.

La Unión de Escritores de la URSS definió el comportamiento de su colega como incompatible con el título de escritor soviético. Los ideólogos del régimen consideraban queEl doctor Zhivagocriticaba los principios del comunismo. Las autoridades pusieron todo su empeño en detener, incluso, la publicación de la novela en el extranjero. Se echó mano de todo género de ardides, pero tras la edición italiana de Feltrinelli, la novela apareció entre 1958 y 1959 prácticamente en todo el mundo.

Ante el anuncio del Nobel, Pasternak envió una carta de agradecimiento, pero después, bajo la amenaza de verse expulsado del país, se vio obligado a renunciar. En aquellos momentos, el autor estaba «pálido, con la cara desfigurada, el gesto inseguro, como si le hubieran roto el espinazo», según recordó su hijo. «Eso fue -concluyó Evgeni-, el resultado de la persecución injusta de una persona que lo único que quiso fue aportar algo a la humanidad. Ese fue el destino trágico de mi padre».

Evgeni saldó una deuda con la historia en 1989, cuando recogió en Estocolmo la medalla y el diploma del Nobel. En su opinión, los problemas planteados en la obra de su padre siguen estando vigentes hoy en día. «Mi padre me dijo que el mensaje más importante de la novela es cómo una persona puede sacrificar su propia vida para los demás».

Los poemas de Yuri

Marta Rebón afirma que recibió el encargo de la versión deEl doctor Zhivagocomo un «regalo» a pesar de tratarse de una obra «dificilísima» de traducir. En su opinión, la novela derrocha una autenticidad desbordante y ofrece al lector un nítido mensaje: «En tiempos calamitosos de guerras y bandos, la poesía siempre triunfa por encima de todo». De hecho, la edición incluye los poemas supuestamente escritos por el personaje de Yuri Zhivago. «Pasternak necesitaba escribir una excepcional novela para escribir una excepcional poesía», reflexionó la crítica Mercedes Monmany.