UNA MUESTRA DESCUBRE OBRAS POCO CONOCIDAS DEL ARTISTA DE 'LOS CAPRICHOS'

Cinco 'goyas', cinco

EL CONJUNTO 3 De izquierda a derecha y de arriba a abajo, 'Sacrificio a Vesta', 'La obra o La conducción de un sillar',  'Sacrificio a Pan' y 'La Beata'.

EL CONJUNTO 3 De izquierda a derecha y de arriba a abajo, 'Sacrificio a Vesta', 'La obra o La conducción de un sillar', 'Sacrificio a Pan' y 'La Beata'.

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Disfrutar del legado artístico de Francisco Goya (1746-1828) en Catalunya no es fácil. En las colecciones públicas catalanas solo hay dos piezas del aragonés:Alegoría del amor, Cupido y Psique (1798-1805) yManuel Quijano(1815), ambas se exponen en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y provienen delfondo Cambó.Y las pocas que hay en los fondos privados no están al alcance de todas las miradas. Pero desde mañana y hasta el 13 de febrero la Fundación Godia pone remedio a esta sequía goyesca exhibiendo cinco óleos del aragonés en la muestraDe Luca Giordano a Goya.

Entre ellos, uno que forma parte de una colección particular de Barcelona:La obra o La conducción de un sillar, una escena de campo que Goya pintó, en 1787, para decorar el salón del palacio de La Alameda de los duques de Osuna y que tras diversas vicisitudes, acabó, en los 80, en manos de la Editorial Planeta. Cuentan que José Manuel Lara lo compró después de queVolavérunt, una novela de Antonio Larreta inspirada en la vida del pintor, ganara el Premio Planeta.

La pieza destaca por su realismo y no tiene nada que ver con las otras cuatro que la acompañan, ya que el conjunto, según José Milicua, comisario de la exposición, «muestra cincogoyasde muy diferente calado». Así, los dos más antiguosSacrificio a Vesta ySacrificio a Pan, de 1771, son fruto del Goya más joven, del periodo en que se trasladó a Roma para estudiar. Se trata de dos pinturas al uso de la época, con rasgos neoclásicos y rococós que se alejan mucho del estilo posterior del pintor, tanto que durante un tiempo, la segunda se catalogó como anónimo francés.

De las dos piezas de factura posterior,La Beata (1795), un óleo que muestra a una vieja sirvienta y dos niños -con un «movimiento extraordinario», afirma Milicua,- en lo que era una escena cotidiana en el palacio de los duques de Alba, apunta ya hacia la serieLos Caprichos, aunque todavía no hay crítica social. YRetrato de Asensio Juliá (1798) es ungoya clásico. La pieza muestra al que fue discípulo del aragonés y posible autor delEl Coloso, durante años atribuida a Goya. El Museo del Prado rechazó dicha autoría en el 2008 y apuntó hacia Juliá. Aunque Milicua, uno de los más reputados historiadores del arte, duda: «No está nada claro que Asesnio Juliá pintara un cuadro comoEl Coloso».

«Llenar un vacío»

PeroDe Luca Giordano a Goya no mira solo hacia el genio aragonés, la muestra también recorre la riqueza y complejidad del XVIII, desde las postreras manifestaciones del barroco al romanticismo, pasando por el rococó y el neoclasicismo. Lo hace a partir de 18 piezas -además de los cincogoyas- de los artistas más representativos de la época que trabajaron en España, como Giordano, Tiepolo, Mengs, Meléndez, Bayeu y Giaquinto, artistas que comparten la particularidad de haber sido pintores reales.

Pese a su importancia, el siglo XVIII, ya sea porque queda eclipsado por el anterior, el Siglo de Oro, o porque la mayoría de las piezas están en colecciones reales, raramente es objeto de exposiciones. La última en España fue en 1980,El arte de la corte del siglo XVII, en El Prado, 30 años después «esta exposición quiere llenar este vacío y llamar la atención sobre la riqueza de este periodo», explica Sara Puig, directora de la fundación.