LETRAS

Dos inéditos de Miguel Hernández buscan editor

ELENA HEVIA
BARCELONA

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Además de dedicarle la desgarradoraNana de la cebolla, Miguel Hernández, el poeta del pueblo, escribió a su hijo cuatro relatos infantiles mientras estaba en cautividad. Hasta el momento solo se conocían losDos cuentos para Manolillo-un librito rescatado hace dos décadas por el especialista y comisario del Año Hernandiano José Carlos Rovira- que el poeta escribió, aunque la elaboración artesanal fuera obra de su compañero de cautiverio Eusebio Oca. A finales del año pasado, Rovira encontró los otros dos,Un hogar en el árbolyLa gatita Macha y el ovillo rojo, y ahora se han dado a conocer en el catálogo de la exposición que se está realizando en la Biblioteca Nacional de Madrid. De cara a un público más mayoritario el propio Rovira está buscando editor «a fin de que se publiquen los cuatro juntos». Los nuevos cuentos, al igual que los ya conocidos, fueron realizados originalmente en papel higiénico, único soporte al que el poeta tenía acceso. «No hay que olvidar que los cuentos -asegura Rovira- fueron escritos en la enfermería del Reformatorio de adultos de Alicante [donde el poeta moriría a causa de la tuberculosis] para que los leyera un niño, pero más allá de esa intención se percibe en ellos una metáfora de libertad».

Un día antes del aniversario del nacimiento del poeta, que se cumple precisamente hoy, Rovira ha dictado en el congreso una conferencia sobre los cuentos bajo el títuloDe últimas ausencias y varias persecuciones.