EDITAR DESDE UNA MASÍA DEL ALT EMPORDÀ

Nobleza obliga

Jacobo Siruela celebra en su 'mas' de Vilaür el quinto aniversario de su editorial con 'El mundo bajo los párpados', un título propio en el que hace historia de los sueños

Matrimonio inquieto 8La expresentadora Inka Martí y Jacobo Siruela, en su casa del Empordà.

Matrimonio inquieto 8La expresentadora Inka Martí y Jacobo Siruela, en su casa del Empordà.

ELENA HEVIA
VILAÜR

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Grande de España, Jacobo Fitz-James Stuart Martínez de Irujo quiso apearse un día de sus apellidos y decidió llamarse Jacobo Siruela, así en román paladino. Siruela es el condado que le corresponde y una editorial que dejó atrás. La vendió cuando facturaba al año mil millones de las antiguas pesetas, porque el éxito le impedía leer. Cuando se visita Mas Pou, su residencia en Vilaür, en el Alt Empordà, una antigua casona del siglo XVII, respetuosa con el paisaje, poblada de gallinas, ovejas y caballos pero dueña también de un selecto y recóndito lujo, se percibe que ganar dinero no es una de las prioridades del tercer hijo de la duquesa de Alba.

En ese ambiente bucólico y pastoril fundó, acompañado de su segunda esposa, Inka Martí, un nuevo proyecto que bautizó con nombre de mito, Atalanta, y para que la cosa no se le fuera de las manos por culpa del vil metal decidió restringir la propuesta a solo 10 títulos anuales.

Debilidades

Cinco años más tarde, que se cumplen precisamente en estas fechas, con los 50 títulos del sello se podría hacer una hoja de ruta vital de Jacobo Siruela: clásicos orientales, filosofía, esoterismo ilustrado y mesurado, heterodoxos como Patrick Harpur, libros raros de autores fundamentales como Conrad, Turgueniev, Oscar Wilde o Von Kleist, autores a descubrir como el indio Naiyer Masud, maestros secretos latinoamericanos como Nicolás Gómez Dávila o Salvador Elizondo -de próxima aparición- y algún impresionantetour de force. A saber, la edición completa de la autobiografía de Casanova, 3.700 páginas de nada. Sin olvidar su afición por las historias de vampiros -no hay que olvidar que comparte sangre azul y rango con el Conde Drácula- que le llevó a reeditar y prologar una fundamental antología sobre el tema y a ser un seguidor curioso de la serie televisivaTrue Blood.

Con estas, prácticamente, selectas credenciales no sorprende que una de las declaraciones de intenciones de Siruela sea el no publicare-books.

Lógico si se tiene en cuenta que su filosofía es la del amor por el objeto bien hecho del antiguo artesano, con un matiz. «Somos amanuenses electrónicos», afirma consciente de que su excéntrico proyecto -por temática y por situación geográfica- «no podría existir sin la ayuda de los ordenadores y de internet».

El aniversario también coincide con la aparición deEl mundo bajo los párpados, un ensayo erudito y complejo pero muy entretenido con el que el propio Jacobo Siruela debuta como autor. En él ha cristalizado, después de una ardua investigación, otra de sus aficiones, el mundo de los sueños. «Gerald de Nerval dijo que los sueños eran nuestra segunda vida y lo que he pretendido hacer en este libro es una historia de la actividad onírica sin tener en cuenta su interpretación». Cómo ciertos sueños de Anibal, Bismarck, Lincoln o Descartes cambiaron la historia o nuestra manera de ver el mundo es uno de los temas de un libro donde se pasean personajes notables. Y es que cuando Siruela habla, por ejemplo, del marques de Saint Denys, un sinólogo que descubrió en el siglo XIX la existencia del sueño lúcido frente a la incomprensión de sus contemporáneos, hoy es inevitable pensar en la figura elegante, distanciada y a contracorriente que el editor se ha forjado durante tres décadas.