Tribuna Ateneu Barcelonès

Altaió llama a las minorías a crear otra cultura de masas

Vicenç Altaió durante su intervención, ayer, en el Tribuna Ateneu.

Vicenç Altaió durante su intervención, ayer, en el Tribuna Ateneu.

GEMMA TRAMULLAS
BARCELONA

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Vicenç Altaió dejó ayer el sombrero que siempre le distingue como poeta hermético -que lo sigue siendo cuando la dirección del Arts Santa Mònica se lo permite- y habló sin rodeos estéticos sobre el futuro de la cultura en la compleja sociedad digital. Altaió describió el proyecto que dirige desde hace año y medio como «un sistema abierto» que pone en comunicación compartimentos hasta ahora estancos: el arte, la ciencia y la comunicación. «Se acabó el mundo binario, el mundo de las izquierdas y las derechas -dijo-. Estamos dentro de un sistema complejo, pero esa complejidad es la que da vida a las cosas. Las artes tienen que sumar, multiplicar y relacionarse. Si sumamos las culturas de las minorías, construiremos una nueva cultura de masas crítica e innovadora».

Según Altaió, el funcionamiento del Arts Santa Mònica equivaldría al del sistema operativo Linux, frente a otras instituciones culturales mastodónticas (que no nombró), que equivaldrían al sistema unilateral y cerrado de Microsoft. Según él, Arts Santa Mònica es un espacio donde no cabe «la arrogancia» y donde conviven grandes (como la reciente muestra sobre los primeros años de Miquel Barceló) y pequeños.

ENTRE AMIGOS / Poca oposición recibió su exposición, a excepción de algún artista que no veía claro qué papel juegan los creadores en las políticas culturales. A la comida-conferencia del Tribuna Ateneu acudieron sobre todo personas afines a Altaió, incluso alguna compañera de facultad, como la productora cinematográfica Isona Passola. Fue él mismo quien asumió su papel «a medio camino entre la política y la cultura» y recordó el polémico nacimiento del Arts Santa Mònica, que algunos sectores vieron como una imposición delconsellerJoan Manuel Tresserras.

«Santa Mònica es un milagro, un ejemplo de cómo un modelo cultural nacido del conflicto puede llegar a funcionar», afirmó. ¿Y cuándo se vaya Tresserras qué? «Yo no creo en la perpetuidad. Aunque llevamos poco tiempo, en democracia es asumible que el nuevo equipo de gobierno decida si continuamos o no un proyecto que creo que ha despertado el interés del público».

TRAFICANTE DE IDEAS / Fue el poeta J.V. Foix quien, años ha, aconsejó a Altaió que se buscara un trabajo porque la poesía no le daría de comer, y así fue como se convirtió en traficante de ideas, basculando siempre entre el arte y el poder político. «Arte y política se necesitan -afirmó-. Sin la cultura, el catalanismo no tiene sentido». Para terminar, citó a un colega poeta, Hölderlin: «Aleja de mí a todo aquel que quiera convertir lo sagrado (el arte) en una industria».