Juan Diego Botto: «Las mamás sí que son 'superman'»

-Defina familia, por favor.

-Es un concepto difícil porque está en continuo cambio. Todos los modelos son válidos. Hay familias compuestas por una mamá. Otras son un papá y unos abuelos. Otras tiene dos mamás. Otras dos papás. Negar que eso es una familia es negar la realidad. Lo único importante es el amor.

-Su personaje, Leo, se viste de mujer y se pinta los labios para que su hija no eche tanto de menos a su madre muerta. Podría ser grotesco, pero el resultado es equilibrado.

-Que Leo no perdiera la dignidad era mi obsesión. Fue todo un reto, siempre estábamos en el filo de la navaja. Él no se disfraza porque le guste ser una mujer sino porque su hija quiere recordar a la madre. Se pinta los labios y se pone una blusa. Teníamos claro que o estaba bien o caíamos en el ridículo.

-Achero Mañas, el director, asegura que no es una película autobiográfica aunque es padre y reconoce que hay cosas suyas en el guión. Usted también tiene una hija. ¿Está plasmada esa experiencia en Leo?

-No puede no estarlo. Imagino que no siendo padre se puede hacer este papel porque somos actores y uno no necesita asesinar para ser un asesino en la pantalla. De todas maneras, el hecho de ser padre reciente me ha servido para entender muchas más cosas. Me ha dado una ternura y una sensibilidad especial. Solo imaginar que le puede pasar algo malo a tu hijo te provoca un dolor que te desgarra.

-Asegura también Mañas que es normal que los hijos pidan a sus padres que se disfracen de mamá o de papá. ¿Ha hecho usted de mamá fuera de la pantalla?

-Mi hija tiene 16 meses y, de momento, solo pide agua y algo de comer (risas). No sé si el hecho de que un niño pida eso es normal o no. Lo que creo, y la película así lo dice, es que asignar roles al sexo es una cosa que no sirve para nada. La capacidad de liderazgo, tradicionalmente masculina, es algo que sin lugar a dudas puede asumir una mujer. Y la ternura, tradicionalmente femenina, es algo que puede asumir un hombre. Una mujer puede dirigir una empresa y un hombre puede cuidar de un niño.

-Hay excepciones, pero el mundo actual dice lo contrario. La mujer se ha incorporado al mundo laboral, pero el hombre no lo ha hecho en igual medida al mundo del hogar.

-El machismo está arraigado en nuestra sociedad. Hay cambios, sí, pero la realidad que vive mi personaje es algo netamente femenino, cuidar de los hijos. Las mamás sí que son Superman. Dejan al niño en la guardería, trabajan, lo recogen, hacen la casa... Se ha producido un cambio y las mujeres ahora trabajan fuera de casa. Se supone que son más libres, pero la realidad es que hacían lo que hacen ahora y, además, trabajan fuera de casa. Es insostenible. No puede ser que liberarte sea eso.

-Las empresas no ayudan.

-Es muy complejo que una mujer con hijos ascienda. Porque los jefes te piden una capacidad de sacrificio y asumen que ellas no la van a dar. Y realmente es que no pueden darla. Los jefes suelen ser hombres y confían en otros hombres, que son los echarán más horas. Horas que nadie paga, por cierto.

-Las jornadas interminables tampoco ayudan a conciliar vida y trabajo.

-¿Hacen falta dos horas para comer? ¿No podríamos comer en media hora y salir antes de trabajar?

-Todo lo que tú quieras. ¿A un hijo hay que darle todo lo que quiera?

-No. Pero, esa es la cuestión, ¿dónde está el límite? ¿qué harías por no verle sufrir? El gran temor que tenemos los padres es que siempre nos preguntamos si lo hacemos bien.

-Oiga, su papel tiene aroma de premio Goya.

-Gracias, pero ya veremos.