entrevista con la Autora de novela negra

Teresa Solana: "Las heridas de la guerra aún no están cerradas"

Con 'Negres tempestes' (Premi Crims de Tinta) Solana recuerda la guerra civil y estrena serie con una mossa de personaje.

«Las heridas de la guerra aún no están cerradas»_MEDIA_1

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ANNA ABELLA / Barcelona

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Norma Forester es subinspectora de los Mossos d'Esquadra. Vive con su marido, patólogo forense del Clínic, una hija okupa, una madre hippy y una abuela, viuda de brigadista. Tiene un exhomosexual y una tía monja con habilidades de hacker. Con este atípico fresco familiar, Teresa Solana pone los sólidos cimientos de una nueva serie negra que inaugura con Negres tempestes (La Magrana). En ella, la escritora reflexiona sobre la guerra civil y aparca la parodia y la sátira que desplegó en las historias de los gemelos detectives en Drecera al paradís y Un crim imperfecte: «Hay cosas sobre las que no hago broma». Es capaz de desmayarse si ve muertos o sangre, por eso escribir sobre ello le resulta «catártico».

-¿De dónde sacó el personaje de la tieta monja de clausura y tietahacker

-De una historia que me contaron sobre una monja, no diré de dónde, famosa porque salía a escondidas, se pintaba las uñas y se maquillaba. Yo la puse entre las clarisas de Pedralbes y le di un toque de humor haciendo que en una comunidad de religiosas haya una monja capaz de conectarse a internet y piratear. Estas mujeres deben tener a veces la tentación de cambiar, aunque no lo hagan. Como van cortos de vocaciones deben hacer a veces la vista gorda...

-Ha nacido la mossa Norma.

-Es un personaje con muchas contradicciones. Por una parte es doctorada en Antropología pero se ha hecho policía. Quiere a su marido pero tiene un amante. Es de izquierdas y sus principios sobre la tolerancia son muy sólidos pero puede perder los nervios y abofetear a un detenido. Quería explicar que los policías son personas, no para justificar la violencia, sino para decir que las personas no somos blancas o negras.

-¿Los mossos están de moda?

-Durante la represión franquista, habría sido difícil poner a un policía como héroe pero ahora en Catalunya tenemos una policía sobre la que se puede escribir. Pero creo que a los mossos no les gustará una mossa con una hija okupa y una suegra que fuma porros¿

-Crea una familia poco corriente.

-La de Norma es un poco exagerada, sí. Pero la familia ya no es lo que era. La gente se separa y tiene nuevas parejas, son familias más grandes. Además, he querido reflejar un tema a través del ex de Norma, un gay que ha salido del armario en una época complicada. Y todo esto, en un clima de normalidad, sin traumas, la gente lo vive positivamente.

-En la novela reflexiona sobre la memoria histórica.

-Sí. Me preocupa mucho la idea de que es mejor no hablar del pasado y dejarlo tranquilo. Es un error. Es peligrosa esa tendencia de decir que los dos bandos hicieron las mismas atrocidades. No es una forma seria de enfrentarnos a nuestro pasado.

-Denuncia las venganzas personales y el abuso de poder franquista.

-Claro. Los ganadores estuvieron muchos años en el poder y tuvieron tiempo para hacerlo. Por una parte está lo que significó que personas sin escrúpulos pudiesen llevar a cabo venganzas personales gracias al falangismo y, por otra, lo que significaba vivir en este ambiente.

-¿Quiere dar voz a las víctimas?

-Recordarlas. Hay muchas heridas que aún no están cerradas y la forma de cerrarlas no es no hablando de ellas. Muchos que estuvieron directamente implicados o lo estuvieron durante la dictadura ahora pasan por absolutamente demócratas. El problema es que no se han pedido responsabilidades por ello. Las víctimas merecen justicia.

-¿Y lo que ha pasado con Garzón?

-Es esperpéntico. ¡Cómo es posible que una organización falangista haya logrado echarle de la Audiencia Nacional! Demuestra que las heridas se han cerrado en falso y que hay muchos temas políticos de hoy que nos retrotraen a ideas de nuestro pasado reciente. En este país, la derecha es una derecha de ideas rancias.

Negres tempestes alude al himno de la CNT Negres tempestesA las barricadas

-Tenía claro que el libro tenía que empezar con el primer verso de La Varsoviana porque quería reivindicar la lucha del movimiento anarquista. Aquí se ha menospreciado y silenciado lo que significó.

-Retrata la burguesía catalana.

-He querido mostrar dos tipos de familia de clase alta con actitudes distintas ante la dictadura: los catalanes que se enriquecieron con el franquismo y los que mantuvieron una actitud de militancia y rechazo.