De rodaje en Bollywood con Kareena Kapoor

Cuando me preguntaron: «¿Quieres hacer de actor en una película de Bollywood?», no dudé ni un instante. Me moría de ganas de conocer desde dentro una de las grandes potencias mundiales del cine.

El chico que me quería reclutar en medio de la calle no tenía muy claro para qué película era ni en qué papel me contratarían. Tan solo me podía asegurar que me pagarían 500 rupias para hacer de extra y que me vendrían a buscar a la pensión donde me alojaba.

Está claro que 500 rupias, poco más de 8 euros, por una larga jornada laboral no es un gran negocio. Pero con esto me pagaba dos noches de mi pensión en Bombay. Y, además, no tenía otro plan mejor.

La furgoneta viene por la mañana a buscarnos. Pasa por los distintos hostales del barrio de Colaba para recoger a jóvenes backpackers como yo. Nos dirigimos, todos igual de sorprendidos, a las afueras de Bombay. Allí entramos en un gran complejo con vigilancia privada. Nadie nos cuenta nada hasta que llegamos y conocemos al diseñador de vestuario, que nos quiere observar uno a uno. No queda claro qué quieren de nosotros.

Nos reparten los vestidos. Uno irá de hippy, el otro de nerd, otro de emo, uno de gay… Nos visten a todos estereotipados al máximo. Solo cuando llegan los maquilladores nos explican alguna cosa más. La película se llama Kambakkht Ishq y es una superproducción con los actores más famosos del país y, además, representa el debut de Sylvester Stallone en Bollywood.

Llega la hora de comer y nos traen un menú indio con chapati incluido. Esperamos nuestro turno comiendo y jugando a cartas. Mientras, van apareciendo otros extras locales que también han sido convocados para la misma escena.

A primera hora de la tarde nos convocan. Hay que ir al plató. Entramos en una nave industrial poco iluminada pero llena de decorados. Hay interiores de casas lujosas, paredes, ventanas… Piezas aisladas de mundos diferentes. Alucino al ver unos cuantos de esos grandes ventiladores que sirven para dar movimiento permanente a las melenas de las actrices indias.

Finalmente, aparece el director con su comitiva. Nos cuenta que la escena es con Kareena Kapoor. Alucinamos. «Es la actriz más famosa de la India», me dice un canadiense del grupo a la oreja. Representa que su tía le propone unos cuantos hombres para que se case. Y ella dice que no a todos.

¡Que emoción!

Nos van llamando uno a uno para que entremos en escena.

Vislumbro a Kareena a lo lejos.

¡En unos segundos estaré a su lado! Aún no hemos grabado y yo ya pienso en ver la película. Aunque, según en qué país vaya a verla, me va a costar más cara la entrada al cine que lo que habré ganado.