UNA WEB REÚNE FOTOMONTAJES DE ESTRELLAS CARACTERIZADAS COMO LOS PERSONAJES DE 'CREPÚSCULO'

Vampiros de Hollywood

La pelirroja Amy Adams.

La pelirroja Amy Adams.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Lavampiromaníaparece no tener límite. La fascinación que provocan estos seres fantásticos es muy anterior a la películaCrepúsculo, aunque no cabe duda de que el masivo entusiasmo adolescente que ha despertado la historia protagonizada porRobert PattinsonyKristen Stewart tiene mucho que ver con esterevival. Tras primera entrega de la saga (2008) hasta hoy han surgido cientos de títulos con los vampiros como protagonistas, tanto en la literatura (La segunda vida de Bree Tanner,deStephenie Meyer)como en el cine(El circo de los extraños,película firmada porPaul Weitz)y la televisión (la serieTrue blood). Solo era cuestión de tiempo que el fervor por los colmillos llegara también al mundo delfamoseo en internet.

SEDIENTOS DE SANGRE // La página web www.worth1000.com, célebre portunear digitalmente imágenes de personajes célebres, ha escogido el tema vampírico como motivo principal de su última serie de retratos y ha organizado un concurso gracias al cual se pueden ver a las grandes estrellas de Hollywood con los colmillos bien afilados y sedientos de sangre. Hasta una sesentena de estrellas(Michelle Obama, Lady Gaga, Catherine Zeta-Jones, Marilyn Monroe, Julia Roberts...)han sido caracterizados de esta forma.

Es el caso de la actrizAmy Adams. La pelirroja que da la réplica aMeryl StreepenJulie y Julia, aparece con restos de sangre en sus labios, igual queMichelle Trachtenberg(Gossip girl). Javier Bardemfigura con la luna llena de fondo y los ojos ensangrentados. La imagen deAngelina Jolie al estilo vampiresa, en cambio, no dista tanto de las que ofrece a veces.

Más irreconocible resultaJohnny Depp, a quien le recorre el rostro una gota de sangre. A medio camino entre los vampiros y los zombis aparece unaParis Hilton con una cicatriz en la mejilla pero a la que apenas se le aprecian los colmillos. No como aAnthony Hopkins, a quien, caracterizado tal y como está, poco le costaría presumir de sir en el reino de las criaturas fantásticas.