El Vaticano anuncia el hallazgo de un cuadro de Caravaggio

Roma se aprestaba ayer para celebrar el 400º aniversario de la muerte del volcánico Michelangelo Merisi daCaravaggio con una noche de puertas abiertas en los edificios religiosos que contienen obras del pintor fallecido en 1610. Por sorpresa, el diario oficial del Vaticano, L'Osservatore romano,se sumó a la fiesta anunciando en la portada de su edición dominical la identificación de un cuadro de las colecciones de la Compañía de Jesús como uncaravaggiode atribución casi segura, pero no definitiva.

El rotativo del Vaticano explica que elMartirio de San Lorenzoencontrado en Roma está siendo estudiado por expertos que «han quedado fascinados por la obra», que muestra claras similitudes con otros cuadros como laConversión de San PablooEl martirio de San Mateo. No obstante, el diario advierte de que no se debe caer en la fácil tentación de sostener que se trata de un caravaggio«a toda costa» antes de que sea sometido a más estudios en profundidad.

Sin embargo, en la edición del rotativo de la Santa Sede, la profesora de Historia del Arte Cristiano de la Universidad Gregoriana Lydia Salviucci Insolera apuesta por la atribución al pintor fallecido en Porto Ercole cuando regresaba a Roma con la intención de pedir el perdón del Papa por su disoluta y violenta vida.

«Que la pintura es de una gran belleza es un hecho irrebatible», sostiene la profesora. Que pueda ser una obra del primer Caravaggio resulta para ella «evidente», destacando entre las características estilísticas «la luz que desde el fondo oscuro» modela los volúmenes.

POSTURA INUSUAL / Con palabras muy mesuradas, la experta se refiere a las características de la imagen, un San Lorenzo joven, desnudo y tendido sobre su estómago encima de la parrilla ardiente, que se alejan de la representación tradicional del martirio del santo y pueden dar que hablar a quienes ven claras muestras de homoerotismo en la obra de Caravaggio. «La originalidad de la pose del santo es sorprendente: aparentemente casi irreverente», escribe la autora del artículo en elOsservatore,que sin embargo destaca que la posición de los brazos «casi como buscando la salvación» y la expresión del rostro, «sufriente y desesperado», muestran «la humanidad presente en el profundo significado teológico del martirio».