La furia de Barceló

para canalizar la desbordante energía del inquieto niño Miquel Barceló i Artigues (Felanitx, 1957), a su madre se le ocurrió darle un papel sobre el que pudiera dibujar. Entonces Miquel dibujó una silla, pero al revés. Cincuenta años después, convertido en uno de los artistas más mediáticos, Barceló firma el elefante de bronce de 8 metros que preside, al revés, sosteniéndose sobre la trompa, la exposición que CaixaForum dedica a su obra a partir de 1982. Para descubrir al artista primerizo, hay que desplazarse de Montjuïc a la Rambla. Allí, el Arts Santa Mònica ha reunido sus primeras piezas. No está aquella silla infantil invertida, pero sí creaciones inéditas de un Barceló adolescente que, como artista, no ha cambiado tanto.

La fotografía estilo punk de Barceló apuntándose con un revólver contra la sien es uno de los pocos documentos biográficos e históricos que ayudan a situar al artista en los convulsos años 70. De esta primera época destaca una pieza compuesta por 15 hileras de 15 cajitas cada una en cuyo interior se pudren materiales tan diversos como tomates, peces, huevos fritos y flores. La obraCadaverina 15data de 1976 y en ella ya están presentes el uso de restos orgánicos, la obsesión por el paso del tiempo y el gusto por la experimentación que caracterizarán al creador.

Hay muchas más cajitas en la muestraBarceló antes de Barceló. Cajitas con chicles masticados, amfetaminas (fue un gran consumidor de hachís y LSD en estos años), ajos, pelos del sobaco, colillas de cigarrillo... Esta práctica conceptual y poética precede a su incorporación paulatina a la pintura en los primeros años 80, que evoluciona desde un estilo más próximo a la ilustración y el cómic hasta texturas más matéricas.

Cuadros comoBrega de cansyPersecució nocturnadesprenden una colorida brutalidad, que también está presente en lienzos protagonizados por criaturas medio humanas y medio animales (Nu pujant escala) y en los autorretratos en los que se representa pintando a cuatro patas. El catálogo de la exposición, que parte de la Fundació Pilar y Joan Miró de Mallorca, se ha publicado en forma de páginas amarillas.

PINTURA, CERÁMICA Y ACUARELA / La muestra del Arts Santa Mònica termina en 1982, cuando Barceló representa a España en la Documenta de Kassel.La solitud organisative, en CaixaForum, arranca en 1983 y reúne 180 pinturas, piezas de cerámica, esculturas y gran cantidad de acuarelas que documentan sus estancias en Mali y su polémico trabajo en la cúpula de Naciones Unidas en Ginebra. Aquí están algunas de sus cuadros más conocidos (Mapa de carn,L'amor follyEl gran sopar espanyol), pero también obras más íntimas como el bodegón tridimensional que le regaló a su esposa Cécile.

Para insistir en la furia creativa de Barceló, ambos museos exhiben pinceles tuneadosy convertidos en armas cortantes. Sin embargo, la muestra de CaixaForum concluye con un cuadro sereno en el que el artista se autorretrata como un gorila, una obra de la Bienal de Venecia del año pasado. El paso del cuadrúpedo mitad animal mitad humano de los años 80 al bípedo del 2009 resume la evolución del pintor.

Barceló decidió no estar presente en las dos exposiciones que abren hoy en Barcelona, a pesar de que hace unas semanas inauguró en Aviñón tres muestras simultáneas. Según la comisaria, Catherine Lampert, su ausencia se debe a una mezcla de timidez, aversión a los medios y un viaje a Katmandú, su nueva fuente de inspiración,