CÓMIC

Fallece Harvey Pekar, cronista de la vida diaria en 'American Splendor'

Harvey Pekkar, en el 2003.

Harvey Pekkar, en el 2003.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Si este texto fuera un cómic, la viñeta quedaría en blanco o se teñiría de negro en señal del luto que se siente en el mundo de lo cotidiano, que perdió ayer a uno de sus más especiales cronistas. Harvey Pekar, el escritor que desterró de las páginas de cómics a superhéroes y superpoderes para hacer hueco a mundanos detalles de vidas corrientes, especialmente la suya, fue hallado muerto ayer de madrugada en su casa de Cleveland (Ohio).

A los 70 años, 20 después de haber sido diagnosticado con un cáncer linfático –experiencia que relató enOur cancer year–, aquejado de cáncer de próstata, asma e incluso depresión, se iba un autor de culto. Y moría así, por causas que ahora determinará una autopsia, un hijo de emigrantes polacos que hizo de su propia irascibilidad, de sus manías, de su obsesión-compulsión y de su rutina un arte, recogido en las páginas de su serieAmerican Splendor.

Ese cómic, que han ilustrado referentes del universo gráfico como Robert Crumb, recibió en 1987 el National Book Award de Estados Unidos y en el 2003 se convirtió en una original película también de culto en la que el actor Paul Giamatti se metió en la piel de Pekar que, tras facetas como la de escritor o la de archivista en un hospital de veteranos, era también un erudito del jazz y de la literatura y autor de loados relatos cortos.

«Quiero escribir sobre las cosas que pasan justo frente a tus narices cuando no hay un guión escrito y todo es inesperado», explicó una vez Pekar, que encontraba «el humor de la vida diaria mucho más divertido que lo que hacen los cómicos en televisión» y que se dedicó a revelar «actividades diarias que tienen más influencia en la vida de una persona que cualquier acontecimiento espectacular o traumático».