La troika pide una rigurosa supervisión bancaria en España

La Comisión Europea y el BCE piden que se vigile que las nuevas normas sobre desahucios no dañan la estabilidad de las entidades financieras

Durao Barroso, en su comparecencia de este miércoles.

Durao Barroso, en su comparecencia de este miércoles. / EFE

ELISEO OLIVERAS / PABLO ALLENDESALAZAR / Bruselas / Madrid

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La Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han reclamado a España una estricta y rigurosa supervisión del sistema financiero nacional para garantizar que la estabilización lograda del sector bancario gracias al rescate europeo se mantiene y se evita el riesgo de nuevas recaídas por la prolongación de la recesión.

Tras la visita de inspección realizada a España del 21 al 31 de mayo, las tres instituciones integrantes de la troika han concluido que las medidas incluidas en el memorando del rescate bancario se están aplicando según lo previsto y que tanto la situación del sector financiero como del mercado de deuda ha mejorado.

Dada la grave recesión que padece España, las tres instituciones han subrayado en sus conclusiones preliminares que es imprescindible una "supervisión estrecha" y "firme" del sector bancario para preservar la solvencia de las entidades financieras.

La Comisión Europea y el BCE han insistido en que se controle que la nueva ley sobre los desahucios no dañe la estabilidad financiera de las entidades, mientras que el FMI ha requerido que se vigile que las exigencias de recapitalización de la banca no contribuyan a exacerbar la actual restricción de créditos.

ElFMI ha precisado que las recientes decisiones del <strong>Banco de España</strong> para reforzar las provisiones de los créditos refinanciados van en la dirección correcta. "Una rigurosa aplicación de esos criterios debería ayudar a garantizar provisiones adecuadas para las pérdidas en los créditos", ha destacado la institución.

El FMI también ha señalado que para mitigar los riesgos económicos y acelerar la recuperación que la eurozona adopte las medidas adecuadas para la creación de la unión bancaria en los plazos previstos y que garantice el mantenimiento de una política de tipos de interés suficientemente bajos.