El trovador del amor se destapa en La Gavarra

A Alejandro Sánchez-Ahumada le gusta incorporar en su faceta artística ese segundo apellido para mantener la herencia de su bisabuelo paterno. Eso le retrotrae a su infancia granadina y a sus “constantes escapadas” a la casa de Lorca, decidido desde tan pequeño a sublimar la obra de uno de los más grandes. Ahora, a sus 65 años, le enorgullece que en su barrio de La Gavarra y más allá le conozcan como “el poeta del amor” y no vacila en catalogar su obra como “poesía dulce”. “Mi obra es dulzona, pero no es erótica. El 80% de los versos hablan de amor y muchos se los dedico a mi señora. Ella está encantada, aunque la verdad es que nunca tiene bastante”, suelta con garbo.

Tampoco él se sacia con facilidad cuando desata el verso: Cuenta con una decena de libros, con una media de 170 poemas por ejemplar. Sin embargo, no quiere publicar su obra porque “este es un país donde no se lee” y le haría sentirse mal “ir detrás de la gente para que compren un libro”. A él le basta con plasmar sus sentimientos y tener el placer de sentirse trovador recitándolos a quien quiera escucharle, sobre todo entre personas mayores, en 'casals' y residencias de la ciudad.

Ese afán divulgativo le decidió a formar la <strong>Asociación Poetas de Cornellà, </strong>al no estar conforme con la dinámica hermética de la mayoría de entidades que había conocido. “Nuestra idea es llevar la cultura a la calle, compartir lo que hacemos con la gente”. Una iniciativa compartida por sus 18 miembros, media docena de los cuales de la ciudad y el resto, de localidades próximas, como Esplugues o Sant Joan Despí.

En apenas año y medio de existencia ya han editado su primera obra, 'Antología poética sueños compartidos', “animados por las facilidades municipales” en forma de subvención. Motivo de orgullo para el presidente de los poetas de Cornellà, que pasa de la oda a la elegía al lamentar que “solo 3 o 4” de sus compañeros reciten en catalán.