El derbi barcelonés

La policía vigilará Cornellà desde el mediodía para evitar altercados

DAVID PLACER
CORNELLÀ DE LLOBREGAT

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Un operativo de seguridad que comenzó a prepararse desde hace seis meses blindará desde este mediodía los accesos al estadio del Espanyol en Cornellà, donde se espera un partido de alto riesgo. Más de 1.000 trabajadores (policías, vigilantes privados y personal de emergencias y servicios médicos) comenzarán a tomar posiciones a partir de las 12 del mediodía para prevenir incidentes y altercados. Aunque en la preparación del plan se debatió la posibilidad de cerrar algunas calles, el ayuntamiento solo impedirá el paso de vehículos al barrio de La Riera para evitar atascos, pero no habrá restricción al paso de peatones.

La policía controlará especialmente los bares donde se reúnen los hinchas más radicales del Espanyol y hará revisiones constantes en la calle para evitar que fanáticos de ambos equipos hagan grafitos para provocar a los rivales.

Los Boixos Nois han anunciado en internet que irán al estadio «con o sin entradas» mientras que un video de la Curva, un sector importante de la afición perica, asegura que los barcelonistas no serán recibidos como rivales sino «como enemigos». Lejos de la confrontación de los hinchas, las directivas de ambos equipos preparan una comida conjunta en el campo del Espanyol a las 15.00 horas y permanecerán en el estadio hasta el comienzo del partido.

Tanto el ayuntamiento como el club han recomendado a los aficionados desplazarse en transporte público, puesto que está revisto reforzar la frecuencia del metro, el tranvía y los trenes durante y después del partido. La celebración de la feria del juguete y la mayor afluencia al centro comercial Splau hacen prever complicaciones de tráfico.