UN VECINO DE CIUTAT VELLA

Joan Colomo, músico: "Después del Raval, no sé si viviría en un barrio de blancos"

Sus 26 años de vida en una masía, en Sant Celoni, hicieron de él «un chaval anticiudad». Pero Joan Colomo se ha integrado magníficamente en Ciutat Vella, tal vez porque, como dice el cantautor autodidacta, «es un distrito que permite, si quieres, guardar el anonimato».

El intérprete se siente super integrado en su barrio y disfruta de las personas que ve desde la ventana

Miscelanea Diez años luchando por la culturaEN GUÀRDIA, 10, HAY UN ESPACIO QUE ES GALERÍA ARTÍSTICA, CAFETERÍA, TIENDA DE ARTE Y SALA DE TALLERES Y EVENTOS, DONDE COLOMO ACTUÓ

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CARME ESCALES / BARCELONA

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Doce años tenía Joan Colomo (Sant Celoni, 1981) cuando entró en una tienda junto a la actual plazoleta de Martina Castells, en pleno Raval, para comprar su primer pedal de distorsión. «La tienda se llamaba Rock Avenue y la regentaba un tío muy peculiar. Aquel pedal que me vendió ha sido clave en mi historia musical: por fin podía hacer ruido», expresa el músico.

Colomo no lo recuerda bien, pero cree que aquel día debieron acompañarle sus padres hasta Ciutat Vella. El establecimiento estaba donde hoy vive con su pareja. «Cuando nos instalamos aquí, Rock Avenue ya estaba cerrada y, un día, me encontré con unos arqueólogos que desenterraban una calavera justo delante de donde había estado la mítica tienda», explica el vecino del Raval.

VENTANA INDISCRETA

Desde su casa, ve la placita de Martina Castells -médico de Lleida, como reza la placa que da nombre a la plaza-, uno de sus platos preferidos en Ciutat Vella. «Me fascinan los divertidos espectáculos que se montan a veces y las criaturas jugando en los columpios. Por suerte de noche cierran la placita», expresa Colomo. «El circo de personajes del Raval te llama a mirar, que es lo que me gusta también de este barrio y de todo el distrito. Puedes ver a personajes curiosos en todo momento. Aquí no sabes nunca qué día es», dice. «No hay nada que me aburra más que la gente normal. A mí me encantan los contrastes», añade.

«Después de haberme acostumbrado al Raval, no sé si podría vivir en un barrio de blancos», reflexiona Colomo. Tampoco antes de vivir en este distrito imaginó que algún día se sentiría bien en la ciudad. «No soy boletaire ni excursionista, pero me gusta no tener vecinos y añoro el silencio y el cielo estrellado», dice.

Colomo se crió en medio del Montnegre. «Mis padres compraron una masía aislada en el campo, cuya finca incluía también una ermita románica, Sant Llorenç de Vilardell, y un cementerio, en el que yo todavía asistí a los últimos entierros que se hicieron», rememora el vallesano. «Pasé muchas horas jugando en el bosque a hacer el ninja yo solo», dice el músico. «Me acuerdo que en el colegio, en Sant Celoni, me sentía un poco marginado cuando los otros niños de la clase hablaban de la serie Campeones, protagonizada por Oliver y Benji, que yo no podía ver porque desde la masía había muchos canales, como Telecinco, que no podíamos sintonizar».

Colomo tiene una hermana que estudió música, pero en su caso, la música le fue llegando de manera totalmente experimental. Cuando tenía 10 años, sus padres le regalaron su primera guitarra. «Tenía una cinta de casete de Elvis Presley y con él empecé a tocar», rememora. Muy pronto formó su primera banda, con amigos de Sant Celoni, y hasta hoy, de banda en banda -del punk al pop-. Y en la actualidad, que actúa sobre todo en solitario, Colomo incide, con sus canciones, en temas de interés social y reflexiones que «seguramente tienen algo que ver con los dos años de Filosofía que estudié en la universidad», dice el cantautor de trabajos como el disco de este año La fília i la fòbia o Producto Interior Bruto, del 2012, ambos de la discográfica BeCore Disc, que ahora cumple 25 años.

ESCENARIOS EN CIUTAT VELLA

La sala Big Band (Botella, 7) fue uno de los primeros locales de Barcelona en los que Joan Colomo actuó. «De eso hace ya casi 15 años», precisa el músico, que pasado mañana (viernes, 12, a las 22 horas) actuará en el mítico bar Sidecar (plaza Reial, 7), junto a Joan Pons y Mau Boada. Será dentro del formato de espectáculo Artista Versus Crítico, que organizan Sidecar y la revista Rockdelux«En el combinamos concierto y preguntas de un crítico musical, todos sobre el escenario», resume el cantautor. También en el Sidecar, el sábado 27 de diciembre (22 horas), Colomo celebrará su ya tradicional concierto -con Xavi Garcia y Guillem Caballero- «con versiones de cachondeo de Raffaella Carrà y muchos otros», anuncia el cantante.

Las actuaciones en el Sidecar, en la sala Apolo, la Big Band, el Llantiol o el Miscelanea le permiten a Colomo desplazarse a pie desde casa con su guitarra a la espalda. «Y cuando no soy yo el que actúa me voy a ver a mis colegas. Siempre hay alguno que toca. Esto es enfermizo. Apenas desconecto de los conciertos», afirma Colomo, de camino hacia el bazar donde se aprovisiona de cables para grabar maquetas en casa. En una misma calle, Tallers, el músico tiene importantes referencias para su dedicación profesional: discos, cuerdas y conexiones electrónicas.

La música y su vida en Ciutat Vella desde hace 10 años han rebajado -asegura Colomo- la timidez que trajo del bosque.