Esteve Riambau: "La Filmoteca dignifica el Raval, pero no arregla sus problemas"

Hace ya siete años que el historiador, crítico y realizador cinematográfico Esteve Riambau (Barcelona, 1955) dirige la Filmoteca de Catalunya (Salvador Seguí, 1-9). Y hace cinco que esta entidad encargada de la preservación del patrimonio cinematográfico y de su divulgación se fue de Sarrià-Sant Gervasi a Ciutat Vella.

-Un lustro ya en el Raval.

-La reubicación de la sede en este barrio ha sido más que positiva. Durante este tiempo nos han visitado 145.000 espectadores al año. También hemos hecho exposiciones de producción propia a partir de fondos documentales y nuestros servicios educativos movilizan cada año a más de 6.000 alumnos.

-¿Cambia el tipo de espectador?

-Hemos aumentado el 40% la oferta de programación y el público ha aumentado en el 50%. Ciutat Vella es el distrito que más espectadores aporta por un motivo de proximidad. Y tengo la certeza de que buena parte del público de la antigua sala de Sarrià nos ha seguido hasta aquí.

-¿Por qué ese traslado?

-El verdadero cambio de la Filmoteca ha sido de paradigma. Hemos pasado de una dispersión de las distintas actividades de la Filmoteca a la construcción de un gran equipamiento cultural que reúne todo el servicio de la Filmoteca, excepto el Centre de Conservació i Restauració, ubicado en Terrassa. Ahora tenemos dos salas de proyecciones, dos espacios de exposiciones, una biblioteca, un fondo documental, la librería y la cafetería.

-¿Cómo contribuye esta entidad a dignificar el barrio del Raval?

-Si alguien confiaba en que la Filmoteca, ubicándose en el Raval, solucionaría todos los problemas del barrio, o era muy ingenuo o mentía. Dicho esto, la Filmoteca se instaló en el Raval para, entre otras misiones, ayudar a dignificar el barrio. Esto lo hemos estado haciendo con actividades como una exposición y un ciclo de películas que mostraban el reflejo del Raval. También colaboramos regularmente con entidades, institutos, escuelas, con la fiesta mayor…

-Pero los problemas siguen.

-Sí, y somos conscientes de ello. Una anécdota: una de las prostitutas de esta zona vino un día a la proyección de Mamma Roma, filme de Pasolini sobre la prostitución. Desde entonces es una espectadora habitual de nuestras sesiones. No hemos solucionado sus problemas, pero le proporcionamos unas horas de placer y de cultura. Esta es otra muestra de nuestra relación de proximidad con el barrio.