PRÓXIMA DESAPARICIÓN DE UN NEGOCIO EMBLEMÁTICO

'Cabezudocidio'

La tienda El Ingenio liquida todo su estoc por jubilación. La actual propietaria solo traspasará el local si el proyecto respeta su esencia

Con encanto 8 Cardona ordena la sección de máscaras.

Con encanto 8 Cardona ordena la sección de máscaras.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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El fin del alquiler de renta antigua puso en jaque numerosos negocios emblemáticos de Ciutat Vella cuyos responsables que se han visto obligados a traspasarlos al mejor postor, en muchos casos empresarios dispuestos a explotar al máximo el turismo con productos y servicios en las antípodas del comercio tradicional y de proximidad. El caso de El Ingenio (Rauric, 6) parece diferente pero puede correr idéntica suerte."No tenemos problemas con el alquiler. Estamos de liquidación porque me jubilo a finales de año y no encuentro relevo", subraya su propietaria, Rosa Maria Cardona.

El Ingenio, dedicado a la fabricación artesanal de cabezudos y otros artículos relacionados con la imaginería festiva y el espectáculo desde 1883 , alargará sus particulares rebajas hasta final de año. "Tenemos disfraces y pelucas con un 50% de descuento. Los cabezudos, en cambio, solo tienen un 10%. Son piezas tan especiales y únicas que no me gustaría malvenderlas", explica Cardona, tercera generación al frente del negocio.

Emblemático

Cardona prefiere bajar la persiana que entregar los 300 metros cuadrados de este mágico local al primero que llegue con una oferta. El establecimiento está catalogado como "emblemático de gran interés", por lo que sus nuevos inquilinos deberán conservar integralmente su estructura y estética. También algo más intangible. "Busco un empresario con ganas de mantener su esencia catalana, artesanal y lúdica. Lo pueden poner al día, introducir mejoras, pero deberían respetar su historia", explica la nieta del fundador.

El abuelo de Cardona, Delfí Homs, se trasladó a la calle de Rauric con las figuras que vendía en una callejuela cercana a la Catedral. La familia de escultores Escalé le traspasó la tienda. Moldes de yeso incluidos. "Mi abuelo llegó con sus santos y sus cruces, pero al poco tiempo comprobó que había más demanda de gigantes y cabezudos. En ese momento, escondió toda la parafernalia cristiana y se pasó a la fiesta profana", bromea Cardona.

La etapa dorada de El Ingenio llega poco después, con Josep Cardona, quién da un nuevo impulso al negocio tras casarse con Mercè Homs, hija del fundador. Agustín Sevillano, encargado del taller, comenzó con Cardona. "Empecé con él hace 45 años y aquí sigo con los mismos moldes de yeso", cuenta el sevillano, también con la jubilación sobrevolándole.

Clientes habituales

El Ingenio era la debilidad del poeta Joan Brossa, al que la familia recuerda con un enorme retrato en la tienda. También es una tienda irremplazable para muchos profesionales y aficionados al espectáculo. "Es una pena que una tienda tan emblemática, de toda la vida, no tenga relevo", explica Sara Martinez, miembro de la compañía teatral Drakonia y conocida artísticamente como Sibyl La Flamme. Carlos Sánchez, actor, también es un habitual. "Hay cosas, sobre todo malabares y clown, que solo se encuentran aquí. Por no hablar de los cabezudos", lamenta.