REVISIÓN DEL PLAN DE USOS

Colau suspende en Ciutat Vella toda licencia nueva relacionada con el turismo y el ocio

Bicicletas, segways, top manta y peatones en el paseo de Joan de Borbó, el martes pasado.

Bicicletas, segways, top manta y peatones en el paseo de Joan de Borbó, el martes pasado.

TONI SUST / BARCELONA

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El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este viernes una suspensión temporal de un año prorrogable a dos de la concesión de licencias para iniciar actividades de pública concurrencia, comerciales y alimentarias en Ciutat Vella, con el fin de comenzar la revisión del plan de usos del distrito. Una decisión que la concejala del distrito, Gala Pin, ha justificado como “una acción necesaria para emprender la revisión”, sobre todo en relación con el ocio nocturno y el turismo.

En algunos casos, la concesión de las licencias ya estaba paralizada, como en los de bares y restaurantes y en el de los hoteles y pisos turísticos, pero las licencias de esos comercios se podían vender e iniciar la actividad en otro lugar. Ese rescate de licencias ya no es posible, y probablemente esta sea una de las consecuencias más relevantes de la suspensión anunciada por el consistorio. De hecho hace tiempo que se había detectado un mercadeo de licencias a precios elevados.

La novedad de la suspensión anunciada es que el veto alcanza ahora a otro tipo de actividades, vinculadas esencialmente con el turismo: las tiendas de venta o alquiler de vehículos de movilidad personal, como los segways, triciclos, trixies, patinetes eléctricos; las tiendas de venta o alquiler de motos y bicicletas; los almacenes que sirven de consigna para equipajes; los supermercados de conveniencia, que igual venden alimentos que productos para turistas; los autoservicios de alimentación; las agencias de viajes que venden tiques para asistir a eventos.

El ámbito de la suspensión incluye todo el distrito excepto la zona portuaria y determinadas actividades del entorno de la Rambla, ya que en esa zona, que cuenta con su propio plan de usos, ya hubo una suspensión en el 2014 y no puede establecerse otra antes de tres años.

70 LICENCIAS EN TRÁMITE, ADELANTE

Así, a partir de este viernes, queda suspendido el otorgamiento de licencias, la presentación de comunicados y declaraciones responsables y la tramitación de cualquier otra habilitación municipal para iniciar, ampliar, instalar o ejecutar obras de acondicionamiento relacionadas con determinadas actividades del distrito. Pero entre quienes habían iniciado el camino para la solicitud de una licencia de actividad en el distrito que ahora queda suspendida, los hay que no verán frenados sus planes. Quien estaba en el punto administrativo de haber solicitado un primer certificado urbanístico, queda afectado. Los que ya hubieran solicitado la licencia de obras, hay unos 70 casos, no verán suspendida su petición.

Pin ha subrayado la necesidad de gestionar el turismo y de combatir el ruido, que es una de las principales causas de quejas de los vecinos. La concejala ha relatado que el consistorio encargará dos estudios en el marco de la revisión de su plan de usos: uno, sobre los efectos del ruido en la salud de los vecinos, y otro sobre las tendencias de ocio nocturno y sobre cómo lo gestionan en otras ciudades europeas.

EMPRESARIA MOSQUEADA

Mientras Pin exponía el porqué de la normativa, junto con los periodistas escuchaba atenta Svetlana Molokhova, presidenta de la Asociación de Transporte Turístico Ecológico de Barcelona, que agrupa a tiendas de vehículos de movilidad personal. Antes, Molokhova ha protestado por la decisión municipal y ha criticado que se tomara la decisión sin previo anuncio. Preguntada al respecto, la concejala ha afirmado que si se avisa de una suspensión de este tipo se corre el riesgo de provocar un alud de peticiones de licencias: “Hay que ser responsable”.

La suspensión de concesión de licencias no afecta a comercios como las librerías, galerías de arte, zapaterías o similares, por no ser consideradas de concurrencia pública. Pin ha negado que la medida suponga detener la economía del distrito y ha asegurado que la revisión del plan de usos de Ciutat Vella no será fruto de una decisión unilateral, y que será debatido con el resto de grupos -lo que resulta imprescindible por carecer de mayoría absoluta el equipo de gobierno- y con los vecinos. 

La concejala ha subrayado que revisar el plan de usos del distrio figuraba en el programa electoral tanto de Barcelona en Comú como del PSC, socios en el gobierno municipal de la ciudad.