La empresa SpaceX lanza un gran satélite meteorológico, pero no recupera el cohete impulsor

El mal tiempo llevó a ultima hora a suspender la delicada misión de aterrizaje del Falcon 9 en una plataforma en el mar

Lanzamiento desde Cabo Cañaveral del cohete Falcon 9, desarrollado por SpaceX, con un satélite meteorológico en su parte superior.

Lanzamiento desde Cabo Cañaveral del cohete Falcon 9, desarrollado por SpaceX, con un satélite meteorológico en su parte superior. / periodico

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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El cohete Falcon 9, desarrollado por la empresa estadounidense SpaceX, ha despegado y luego ha lanzado con éxito el satélite meteorológico Deep Space Climate Observatory (Dscovr), destinado a observar la actividad solar y sus efectos sobre la Tierra, pero los propietarios del lanzador han descartado recuperarlo debido a las malas condiciones del mar.

Una vez liberado el satélite, la primera etapa o estadio del cohete Falcon 9 -la mayor pieza de todo el lanzador- debía regresar a la Tierra de forma controlada y posarse en una plataforma marina colocada a 600 kilómetros de la costa de Florida. Para ello lleva unos motores en la base y unas aletas que funcionan como estabilizador.

El objetivo de SpaceX era recuperar el costosísimo componente y poder reciclarlo para futuros lanzadores. Sin embargo, la empresa tecnológica renunció por los problemas que suponía el temporal marítimo, con una previsión de olas superiores a los seis metros, según informó en un comunicado. Finalmente, la primera etapa del Falcon cayó en el mar.

En cualquier caso, la misión privada fue un éxito. El sofisticado satélite, que se separó de la segunda etapa del cohete 35 minutos después del lanzamiento, viajará durante 110 días hasta el llamado Lagrange 1, un punto estable en el espacio situado 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. El satélite es una misión conjunta de 340 millones de dólares de la NASA, la NOAA (Administración Oceánica y Atmosférica) y la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Con el satélite Dscovr, Estados Unidos pretende crear un sistema de alerta temprana en el espacio sobre sucesos del clima espacial que afecten a la Tierra.