EL INSTRUMENTO ENTRÓ EN HIBERNACIÓN

El robot 'Philae' despierta tras siete meses inactivo sobre un cometa

La sonda 'Rosetta', que orbita a unos 20 kilómetros del cometa, recibe una señal del minilaboratorio

Aterrizaje del módulo 'Philae' sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerassimenko.

Aterrizaje del módulo 'Philae' sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerassimenko. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El módulo 'Philae' ha dado señales de haber recuperado su actividad tras un letargo de casi siete meses sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerassimenko,un letargo de casi siete meses cometa 67P/Churyumov-Gerassimenko informaron este domingo fuentes del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) a la emisora pública France Info.

La sonda Rosetta, que orbita a unos 20 kilómetros del cometa, recibió la pasada noche una corta señal de unos 40 segundos procedente de Philae, lo que indicaría que sus baterías se han reactivado y que el aparato ha podido resistir las condiciones climáticas y ambientales.

Los científicos del proyecto 'Rosetta', un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA), confiaban en que el módulo de aterrizaje 'Philae' pudiese volver a ponerse en marcha a medida que se fuera acercando más al sol.

SE POSÓ EN UNA ZONA OSCURA

"La situación está mejorando cada día", explicó al pasado abril Stephan Ulamec, responsable de la misión del módulo 'Philae' que partió desde la sonda 'Rosetta'. Ese minilaboratorio, el primer instrumento humano en posarse en un cometa, quedó en una zona oscura del cuerpo celeste, por lo que no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación tras enviar los primeros datos.

 'Philae' se posó el pasado noviembre en el cometa 67P/Churymov-Gerassimenko, después de que 'Rosetta' hiciera un viaje de 500 millones de kilómetros que duró 10 años. La misión europea espera ofrecer nuevos datos sobre la formación del sistema solar y los científicos indicaron que el cometa en el que se posó 'Philae' no tiene campo magnético propio, lo que contradice las ideas científicas actuales sobre la formación y evolución de los cometas.