NUEVO GOLPE A LA CIENCIA

La red de boyas marinas cierra por los impagos de la Generalitat

Transporte de una boya de la Generalitat para su posterior instalación.

Transporte de una boya de la Generalitat para su posterior instalación.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La red de seguimiento marino de la Generalitat, conocida en siglas como XIOM y formada por cinco boyas y cuatro mareógrafos, ha dejado de funcionar porque la Administración catalana no paga su mantenimiento desde hace más de un año a los técnicos y científicos de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) que se encargan de la gestión. La penúltima boya, que estaba fondeada junto a la desembocadura del Llobregat, se retiró ayer del agua para ser guardada en un almacén, mientras que la única que queda, en Blanes, le seguirá los pasos en próximos días. Recientemente, un temporal averió la del delta del Ebro y no hubo dinero para reinstalarla.

Las boyas, ancladas en el fondo marino, registran aceleraciones verticales cuando pasan las olas, mientras que los mareógrafos, instalados en puertos, miden los movimientos del nivel del mar. Ambos instrumentos son útiles para el análisis de movimientos portuarios, acuicultura, salvamentos, deportes náuticos, previsión meteorológica y de cambio climático y diseño de emisarios, entre otras muchas actividades.

EN PERFECTO ESTADO / Las boyas retiradas están en perfecto estado, por lo que podrían volverse a utilizar si llegaran épocas mejores. Como la XIOM empezó su andadura en 1984, el cierre supone la pérdida en algunos casos de una serie con datos ininterrumpidos desde hace 29 años.

El Departament de Territori i Sostenibilidad aportaba la parte principal del mantenimiento (50%), mientras que el resto se lo repartían a partes iguales Ports de la Generalitat y el Servei Meteorològic, que dependen de la misma conselleria. «Es una decisión que no nos gusta, pero se han de tener en cuenta las prioridades en esta época de tantas restricciones», dicen escuetamente fuentes de Territori i Sostenibilitat.

El laboratorio de Ingeniería Marítima de la UPC tiene un contrato con la Generalitat desde 1992 para la gestión de la XIOM. El coste para el mantenimiento es de unos 20.000 euros al mes, incluidos los dos empleos y medio directos que genera la supervisión continua de los equipos y de los datos. «Salimos mucho más baratos que las redes de otros países», afirma Manuel Espino, investigador del laboratorio de la UPC. Además, añade, en los últimos años ya se habían sufrido drásticos recortes económicos (40% con respecto al 2010). De hecho, ese fue el motivo que obligó en el 2011 a desprenderse de cuatro boyas meteorológicas.

Del dinero para el 2012 solo se recibió el 15%. Además, y aunque lo hizo en otras ocasiones, la universidad no pasa por sus mejores momentos y ahora no puede avanzar ninguna cantidad, por lo que a los investigadores no les ha quedado otro remedio. «O la desmantelamos o nos hunden», lamenta Espino. Los equipos no solo son caros -cada boya puede valer 50.000 euros-, sino que también lo son los seguros para pérdida o desperfectos, que suman unos 20.000 euros anuales para toda la XIOM. «Las cosas en el mar son caras», relata Espino, quien recuerda que para el mantenimiento hay que usar barcos y submarinistas.

En Catalunya seguirán estando las boyas pertenecientes a la red de Puertos del Estado -la XIOM se colocó en lugares complementarios, no redundantes-, aunque la situación también es precaria. De las tres actuales, pronto desaparecerá la histórica de Palamós y ya solo quedarán las de Tarragona y Barcelona.