EL FENÓNEMO EN CATALUNYA

Eclipse bajo las nubes

El fenómeno se ha visto ensombrecido en Catalunya por el mal tiempo

ANTONIO MADRIDEJOS / MARÍA G. SAN NARCISO / BARCELONA

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El eclipse de Sol ha llegado puntual a su cita -ha empezado a las 9.11 y ha concluido a las 11.27 horas, según el horario de Barcelona-, pero las nubes han entorpecido la observación del hermoso fenómeno en prácticamente toda Catalunya. Las previsiones ya indicaban que el cielo se mantendría con cirros y estratos durante todo el eclipse, sin llegar a taparse por completo, y que a partir del medio día podría incluso llover, especialmente en las comarcas de Tarragona. 

En cualquier caso, el eclipse observado desde España no era total, sino solo parcial, con un grado de ocultación máxima del Sol de entre el 60% y el 70%. Los especialistas recordaban que incluso en este caso no debía mirarse directamente al Sol sin protección adecuada por el riesgo de lesiones irreversibles en los ojos. 

En la playa de la Barceloneta, centenares de alumos de colegios de la zona han participado en diversas actividades de observación organizadas por la asociación astronómica Aster. Al iniciarse el eclipse cundió el desánimo porque el Sol estaba completamente tapado, pero con posterioridad han tenido la oportunidad de contemplar cómo la Luna se iba 'comiendo' al Sol. En Sabadell, la agrupación astronómica también ha puesto a disposición del público diversos telescopios convenientemente preparados.

En las islas Feroe, uno de los mejores lugares para ver el fenómeno porque la Luna ha ocultado el 100% de la superficie solar y se ha hecho la noche momentáneamente en plena mañana, el eclipse ha empezado con lluvias. A las Feroe se han desplazado unos 6.000 aficionados a la astronomía llegados de todo el mundo.

Los eclipses solares acontecen cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean por este orden en el espacio o, en palabras más llanas, cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra e impide la visión total o parcial del gran astro.

Se trata de un fenómeno astronómico relativamente frecuente -suele haber dos por año-, pero solo visible como total desde una franja de la Tierra larga pero muy estrecha, lo que supone que el periodo de retorno a un mismo emplazamiento suele ser muy largo

En Catalunya, el último eclipse solar de una cierta magnitud se observó el 4 de enero del 2011, aunque el hecho de que se produjera durante las vacaciones escolares y a primeras horas de la mañana, al margen de ser un día muy nuboso, desvirtuó la observación popular.