Localizados los restos del módulo 'Schiaparelli' en Marte

La sonda estadounidense Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), en órbita alrededor de Marte desde hace 10 años, ha localizado una mancha negra en la superficie del planeta que corresponde al módulo de descenso 'Schiaparelli', de la misión euro-rusa ExoMars, según ha explicado la Agencia Espacial Europea (ESA). Como todo parecía indicar, el módulo "se estrelló en la superficie de Marte el miércoles", ha confirmado finalmente la ESA.

El ingenio espacial ha sido localizado bastante cerca, a unos cinco kilómetros, del lugar previsto originariamente para el aterrizaje, en la región de Meridiani Planum.

En las imágenes captadas por la cámara CTX de baja resolución de MRO se puede observar que la mancha oscura dejada por 'Schiaparelli' es mucho mayor que el tamaño del módulo -mide 15 por 40 metros, frente a los dos metros que tiene realmente-, lo que se interpreta como un resultado del violento impacto sobre el suelo. Asimismo, en la parte inferior, a un kilómetro del módulo siniestrado, hay una segunda mancha muy pequeña, de color blanco, que los especialistas de la misión creen que es el paracaídas. La gran figura circular es el cráter Endurance.

La imagen de la izquierda, procedente de un barrido fotográfico de Meridiani Planum realizado por MRO el pasado jueves, dentro de un sobrevuelo planificado con anterioridad, se han comparado con otras imágenes tomadas por el mismo orbitador en el mes de mayo, a la derecha, en las que no se observa nada anormal. Las imágenes tienen una resolución de seis metros por píxel.  

MÁS RÁPIDO DE LO ESPERADO

'Schiaparelli' llegó a la superficie a una "velocidad más rápida de lo previsto", ha explicado Thierry Blancquaert, del centro de control de la ESA en Darmstadt (Alemania), después de que el contacto se perdiera unos 50 segundos antes del momento previsto para tocar tierra. Muy posiblemente, prosigue la ESA, los retropropulsores fallaron y el módulo se precipitó hasta el suelo desde una altura de entre dos y cuatro kilómetros, con una velocidad final en el momento del impacto de 300 kilómetros por hora. 

Una de las posibilidades para explicar el gran tamaño de la mancha oscura es precisamente que el impacto estuvo acompañado de una explosión, posiblemente del combustible de los tanques no utilizados en la operación de aterrizaje. También puede ser el resultado de un gran cráter formado por el impacto. O ambas cosas.

La semana que viene, en un nuevo sobrevuelo, MRO activará su instrumento HiRISE, una cámara de gran resolución. "Las imágenes también pueden revelar la ubicación del escudo térmico frontal, que cayó desde una mayor altitud", añade la ESA.

Ya que se observó la trayectoria de descenso del módulo desde tres lugares diferentes, concluye la agencia espacial, "los equipos están seguros de que serán capaces de reconstruir la cadena de acontecimientos con gran precisión". Por ahora, la hipótesis más verosímil apunta a un fallo en el cerebro informático del módulo.