Hallados signos del segundo agujero negro más grande de la Vía Láctea

Lo que hace a este cuerpo inusual es su dispersión de velocidad, sorprendentemente amplia

Recreación artística del agujero negro HLX-1.

Recreación artística del agujero negro HLX-1. / periodico

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Un equipo de científicos japoneses han detectado signos de la presencia de un agujero negro invisible en la Vía Láctea, cuya masa sería 100.000 veces la masa del Sol. Sería, entonces, el segundo agujero negro más grande de la galaxia.

El equipo, liderado por Tomoharu Oka de la Universidad de Keio (Japón), han encontrado una nube de gas enigmática a 200 años luz de distancia del centro de la Vía Láctea. Lo que hace a este cuerpo inusual es su dispersión de velocidad, sorprendentemente amplia. Según han explicado los expertos, la nube contiene gas con una muy amplia gama de velocidades.

El equipo encontró esta característica misteriosa con dos telescopios de radio, el Nobeyama 45-m de Japón, y el Telescopio ASTE de Chile, ambos operados por el Observatorio Astronómico Nacional del país nipón.

Para investigar la estructura detallada, el equipo observó la nube para obtener 21 líneas de emisión a partir de 18 moléculas. Los resultados muestran que la nube tiene una forma elíptica y consta de dos componentes: un componente de densidad compacta, pero baja, con una amplia dispersión de velocidad de 100 kilómetros por segundo, y un componente denso que se extiende 10 años luz con una dispersión de velocidad estrecha.

Los científicos se han preguntado qué es lo que provoca esta dispersión de velocidad tan amplia, ya que los signos determinan que no está causada por la entrada de una energía local, como las explosiones de supernovas.

HALLAZGO POR SIMULACIÓN

Para intentar averiguarlo, realizaron una sencilla simulación de nubes de gas arrojadas por una fuerte fuente de la gravedad. En la simulación, las nubes de gas están primeramente atraídas por la fuente y sus velocidades se incrementan a medida que se acercan a él, alcanzando máximo en el punto más cercano al objeto. Después, las nubes continúan más allá del objeto y sus velocidades disminuyen.

De este modo, el equipo encontró que una fuente de gravedad con 100.000 veces la masa del Sol, dentro de un área con un radio de 0,3 años luz, es lo que mejor se ajusta a los datos observados en el Universo.

"Teniendo en cuenta el hecho de que no hay objetos compactos, porque se verían en la radiografía o observaciones infrarrojas, el mejor candidato para el objeto compacto masivo es un agujero negro", ha señalado Oka sobre el estudio, publicado en 'Astrophysical Journal Letters'.

AGUJERO NEGRO DE MASA INTERMEDIA

Si se confirma el caso, sería la primera detección de un agujero negro de masa intermedia. Actualmente, los astrónomos conocen dos tamaños de agujeros negros: de masa estelar, formados después de las explosiones gigantescas de estrellas muy masivas; y supermasivos (SMBH) que a menudo se encuentran en los centros de las galaxias.

La masa de SMBH varía desde varios millones a miles de millones de veces la masa del Sol, pero nadie sabe cómo se forman. Una idea es que lo hacen a partir de la fusión de muchos agujeros negros de masa intermedia. Pero esto plantea un problema porque no se ha encontrado hasta ahora ninguna evidencia observacional de este tipo de objetos.

Si la nube hallada por los expertos japoneses contiene finalmente un agujero negro de masa intermedia, se podría estudiar la evolución de este tipo de agujero negro de masa intermedia, así como su escenario de fusión. Además, según destacan los astrónomos, los resultados de este trabajo abren una nueva forma de búsqueda de agujeros negros con radiotelescopios.