Hallados contaminantes en los huevos de 14 especies de aves que habitan en Doñana

Los de cigüeñas y de aguiluchos son los que presentan los niveles más elevados

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Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descrito la presencia de diversos tipos de contaminantes en los huevos de 14 especies diferentes de aves que anidan en el parque natural de Doñana.

La investigación del Instituto de Diagnosis Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) y de la Estación Biológica de Doñana (EBD), ambos centros del CSIC, y que publica la revista 'Environment International', ha descrito la presencia de "niveles considerables" de retardantes de llama, una serie de contaminantes utilizados ampliamente en la industria.

Es la primera vez que se analizan estos contaminantes en pájaros de Doñana, ha subrayado el CSIC en un comunicado, y es fruto del análisis de 115 huevos que no eclosionaron y que fueron recolectados entre el 2010 y el 2012.

Entre las aves estudiadas se encuentran rapaces como el milano negro y el águila calzada; zancudas como la cigüeña blanca y la garza imperial, y aves marinas como la gaviota y los patos, todas ellas residentes en Doñana o especies migratorias que visitan anualmente el parque.

"Hemos detectado tanto los retardantes de llama clásicos, los ya prohibidos PBDE, como los emergentes, los decloranos", cuya utilización se ha incrementado por la prohibición de los primeros, he explicado la investigadora del Idaea Ethel Eljarrat.

El trabajo corrobora hasta qué punto se dispersa en el medio ambiente este tipo de sustancias, ya que las hembras los acumulan en su organismo y los trasladan a sus polluelos a través de los huevos.

Por especies, son las cigüeñas y aguiluchos los que acumulan un mayor nivel de contaminantes, dado que son dos de las especies que se sitúan en la parte alta de la cadena trófica y absorben también las cantidades presentes en el cuerpo de sus presas.

Los retardantes de llama se utilizan en productos como ropa, aparatos electrónicos, tapicería o mobiliario, para evitar su inflamación, y aunque los PBDE has sido prohibidos en Europa entre 2004 y 2013 todavía se pueden observar sus consecuencias, a la espera de conocer los efectos biológicos de los nuevos compuestos.

El trabajo forma parte del proyecto Impar (Evaluación del impacto sobre la fauna del Parque Nacional de Doñana asociado al uso de nuevos contaminantes retardantes de llama), financiado por el Organismo Autónoma de Parques Nacionales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.