PRIMERA SECUENCIACIÓN GENÉTICA

El genoma del café da pistas sobre su poder estimulante

Granos de café recién recogidos, antes de ser tostados, en el departamento colombiano de Risaralda.

Granos de café recién recogidos, antes de ser tostados, en el departamento colombiano de Risaralda.

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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La cafeína, un alcaloide con conocidos efectos estimulantes, está presente obviamente en el café, que es el vegetal que le da nombre, pero también en especies muy diferentes como el  y el cacao. Sin embargo, si estas plantas producen la misma molécula no es porque procedan todas de un ancestro común, sino porque la han desarrollado de forma independiente, posiblemente como elemento defensivo para evitar el ataque de los insectos. Esta es una de las curiosas conclusiones obtenidas al secuenciar el genoma del cafè, es decir, obtener la primera secuencia de su ADN, y luego compararlo con el de otros vegetales.

El trabajo, cuyo objetivo no tan lejano es ayudar a conseguir plantas de café más productivas, más resistentes a las plagas o a la sequía y con frutos más aromáticos, es el resultado de un consorcio de una docena de países encabezado por investigadores franceses (CEA-Genoscope) y estadounidenses (Universidad de Buffalo). En el análisis, que se ha publicado en la revista Science, han participado también Julio Rozas, catedrático de Genética de la Universitat de Barcelona (UB), y Pablo Librado, profesor del mismo centro, que han desarrollado un método bioinformático propio, bautizado como BadiRate, «que ayuda a procesar la inmensa cantidad de datos que se van obteniendo», como explican ambos. La especie analizada tiene un ADN con 700 millones pares de bases y unos 25.000 genes, prácticamente como los humanos, de los cuales solo unos pocos están implicados en la producción de cafeína, dice Rozas.

VARIEDAD ROBUSTA

El género del café es extenso. Los científicos han analizado concretamente la especie Coffea canephora o variedad robusta, originaria de África occidental y que representa el 30% de la producción mundial (el resto corresponde a la variedad Coffea arabica). «El café es tan importante para los madrugadores como para la economía mundial. Por consiguiente, la secuencia de su genoma puede ser un paso importante para la mejora del café -subraya el investigador francés Philippe Lashermes-. Mirando el genoma y sus genes específicos, hemos podido extraer algunas conclusiones sobre qué es lo que lo hace especial».

«Lo que hicimos fue comparar el genoma del café con el de otras especies -fundamentalmente el tomate, la vid y la herbácea Arabidopsis- para buscar familias de genes que estén sobrerrepresentadas y ver qué función tienen», prosigue Rozas. Con respecto a esas plantas, el café alberga grandes familias de genes que se relacionan con la producción de compuestos alcaloides y flavonoides, que contribuyen a promover cualidades tan apreciadas como el aroma y la amargura.

El café también posee una amplia colección de N-metiltransferasas, enzimas que están implicadas en la fabricación de cafeína. Al analizarlas, los investigadores vieron que las enzimas del café que producen cafeína están más estrechamente relacionadas con otros genes dentro de la propia planta que con las enzimas de cafeína del té y el cacao. El hallazgo sugiere por tanto que la producción de cafeína se desarrolló de manera independiente en el café y no son fruto de una herencia común. Además, con el discurrir de la evolución, el tamaño del genoma del café no se triplicó como en las solanáceas (tomate, pimiento), sino que mantuvo una estructura más breve similar a la de la vid.

CONSUMO MUNDIAL

Si el café es un producto agrícola de primer orden en el mundo es lógicamente porque millones de personas aprecian su sabor y su efecto estimulante. En el 2003 se produjeron 8,7 millones de toneladas (Brasil, Vietnam e Indonesia son los mayores productores) y los ingresos procedentes de la exportación ascendieron a 12.000 millones de euros. Se calcula que cada día se toman en el mundo 2.250 millones de cafés. Curiosamente, donde más se consume per cápita es en los países nórdicos.