MISIÓN ESPACIAL EUROPEA

La ESA lanza con éxito su prototipo de nave espacial reutilizable

El IXV, un pequeño avión sin alas, está diseñado para resistir la fricción del reingreso en la atmósfera

El cohete Vega y la nave IXV, en un hangar del puerto espacial de Kurú.

El cohete Vega y la nave IXV, en un hangar del puerto espacial de Kurú.

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado este miércoles su primer prototipo de nave reutilizable, llamada en siglas IXV, un pequeño vehículo que espera emular los pasos de los transbordadores de la NASA y de las Soyuz de Rusia, es decir, que podrá atravesar la atmósfera en el viaje de regreso, soportar la enorme fricción, posarse suavemente y ser reciclada para posteriores misiones. La misión durará en total una hora y 40 minutos.

El viaje de prueba, que no lleva carga útil, se empleará esencialmente para verificar las tecnologías de reingreso en la atmósfera, incluyendo la resistencia del escudo protector, la aerodinámica, el guiado de la trayectoria y el paracaídas que le permitirá posarse en el mar.

El nuevo 'avión' espacial europeo es un prototipo que ha de servir de base para el futuro Pride, un vehículo con capacidad para llevar tripulación que todavía se encuentra en fase embrionaria (fue aprobado en el último Consejo Ministerial de la ESA en Nápoles).

El lanzamiento del IXV se ha hecho en torno a las 15.00, hora española, 40 minutos después de la hora programada inicialmente debido a un problema de transmisión entre la nave y la estación de telemetría. De la maniobra inicial (horarios previstos) se ha encargado un cohete lanzador Vega, el más pequeño de la flota europea, desde el puerto espacial europeo de Kurú, en la Guayana francesa.

Pequeño avión sin alas

El IXV, siglas en inglés de Intermediate eXperimental Vehicle, tiene previsto ascender hasta 412 kilómetros. Luego empezará el descenso, atravesará la atmósfera a 27.000 kilómetros por hora y, finalmente, al cabo de 102 minutos, caerá en aguas del Pacífico ecuatorial, donde será recuperada por un buque. Este "avión sin alas", como lo define la propia ESA, mide cinco metros de largo y 2,2 de ancho. Pesa dos toneladas.

El nuevo vehículo europeo es un paso intermedio entre los transbordadores estadounidenses, de gran tamaño, y las cápsulas rusas empleadas actualmente para, por ejemplo, el regreso de los astronautas desde Estación Espacial Internacional (ISS) . "Los primeros -subraya la ESA- son altamente controlables en las operaciones de reingreso pero también complejos y costosos, mientras que las segundas son más baratas y sencillas, pero difíciles de controlar".

La ESA ha logrado poner naves en órbita, atracarlas automáticamente en la ISS y hacerlas aterrizar en objetos tan distantes como Marte, pero aprender a regresar a la Tierra y a posarse de forma controlada abre un nuevo capítulo para la agencia. Poder volver, explica la ESA en un comunicado, es «una capacidad esencial» tanto para desarrollar lanzadores con etapas reutilizables, poder traer muestras recogidas en otros planetas o facilitar la vuelta de la tripulación, como para futuras misiones de observación terrestre y de investigación espacial.

La fase crítica

La fase más crítica será lógicamente la maniobra de reentrada en la atmósfera, a unos 120 kilómetros de altura. A una velocidad de 7,5 kilómetros por segundo, se calcula que la protección térmica instalada en la parte inferior del IXV se expondrá a temperaturas de unos 1.700 grados. Durante toda la misión, que durará una hora y 40 minutos, el IXV pasará infinidad de datos.

El ensayo estaba programado para mediados del pasado noviembre, pero fue aplazado para llevar a cabo controles adicionales sobre la ruta.

En el desarrollo del prototipo, con un peso fundamental de Italia, han participado cinco empresas españolas: Sener, Rymsa, Elecnor-Deimos, GTD y GMV.