AVANCES EN LA INDUSTRIA

Envases a dieta

Un trabajador repone bebidas en un supermercado.

Un trabajador repone bebidas en un supermercado.

ANTONIO MADRIDEJOS
BAR CELONA

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Los surcos que caracterizan lasbotellas de plásticode agua mineral parecen un detalle ornamental, unas simples hendiduras con valor estético, pero son en realidad un ingenioso refuerzo que permite adelgazar las paredes del envase yreducir el pesosin que se resienta el contenido. Teniendo en cuenta que en España se producen anualmente más de 3.000 millones de botellas de agua, un pequeñoahorroen lasmaterias primas necesarias para una única pieza acaba teniendo un impacto más que notable desde un punto de vista económico yambiental. Los expertos que impulsan estas mejoras lo llaman 'ecodiseño'.

Aunque los cambios de ecodiseño han sido progresivos y a veces imperceptibles, laslatas de refrescos, losbriksy hasta los plásticos finos que se emplean como envoltorios, entre otros muchos productos, han sufrido «una espectacular transformación en los últimos años», resume Esther Colino, jefa del Departamento de Prevención deEcoembes, la entidad que en España gestiona la recuperación y el reciclaje de los envases.

En el caso de las ubicuas botellas de agua de litro y medio, «ahora pesan 23 gramos, un 16% menos que en el año 2000», cita como ejemplo, aunque también se han apreciado descensos notables en las latas de refrescos (17%), lasbolsasde pasta (22%) o los botes de yogur líquido (19%). «Lejos quedan los tambores de detergente que mezclaban cartón, plástico en el asa y un tornillo de soporte», recuerda. En definitiva, un despilfarro de materia prima.

REDUCIR EL TRANSPORTE / Nada es fruto del azar. Las botellas de agua de 1,5 litros se han impuesto por la facilidad a la hora de guardarlas en la nevera. Buena parte de las envasadoras han optado también por un estrechamiento en el cuerpo central por cuestiones ergonómicas -para asirlas mejor- e incluso el anónimo tapón es ahora mucho más pequeño porque se llegó a la conclusión de que no era necesario dar tantas vueltas para lograr un cierre perfecto. Y en cuanto a las botellas de cinco litros, cada vez son más habituales las de base cuadrada, no circular, porque facilitan el almacenaje y ahorran combustible en el transporte.

«Las botellas de cerveza pesan el 6,5% menos», prosigue Emiliano López, técnico de Ecovidrio, entidad que gestiona losenvases de vidrio, aunque posiblemente el principal cambio atañe a los materiales de producción. El calcín, o vidrio procedente delreciclado, puede suponer hasta el 90% de las nuevas botellas, añade López. Además abarata costes porque no requiere una temperatura tan alta para la fabricación.

«Para muchas empresas, todas estas transformaciones supusieron una fuerte inversión -por ejemplo, en la maquinaria de llenado-, pero a la larga representan un ahorro», explica Colino. Además, prosigue, «el consumidor es cada vez más sensible ante cuestiones de este tipo y busca productos ambientalmente más respetuosos».

El ahorro puede lograrse optimizando el diseño, pero también cambiando los materiales de fabricación. El polímero PET ha arrinconado otros plásticos que antes se utilizaban profusamente, como el PVC, debido a su ligereza y, más recientemente, por su facilidad para ser reciclado. «El PET puede emplearse para fabricar nuevos plásticos, aunque siempre te condiciona el color», asume Colino. La especialista de Ecoembes se refiere al hecho de que un PET verde o azul intenso difícilmente puede servir para fabricar botellas transparentes porque oscurece el resultado final. «El PET transparente ofrece más posibilidades de reciclaje y es el que nosotros impulsamos -insiste-. Ambientalmente es un factor relevante». También se están incorporando polietilenos fabricados a partir de aceites vegetales.

TAPAS DE ACERO SUPERFINO / Los materiales también han cambiado sustancialmente en el sector de las latas. En las conservas, por ejemplo, se han sustituido casi totalmente las rígidas tapas por acero laminado superfino, lo que ha supuesto una disminución del peso del 17%. No hace tanto, en muchos modelos era necesario un abrelatas o incluso una llave giratoria. También era cosa de forzudos aplastar una lata de refresco porque las paredes de aluminio eran innecesariamente gruesas. Una de las últimas incorporaciones al mundo de las latas es el adelgazamiento del borde superior para poder apilarlas y facilitar el transporte.

En un informe reciente, Ecoembes recordaba más de 2.000 iniciativas puestas en marcha en los últimos años en España por empresas de todo tipo que han aportado su grano de arena al ahorro de materias primas o alreciclaje. Así, por ejemplo, unas bandejas de cartón para huevos cuyo peso se ha reducido en 0,7 gramos perforando unos simple agujeros que no afectan a la estabilidad. También destaca las numerosas botellas que han reducido el tamaño de las etiquetas adhesivas o bien las latas de conserva que han sustituido las mismas etiquetas por litografías en el metal, lo que en ambos casos facilita el reciclaje. Y, finalmente, la reducción en el gramaje del cartón que envuelve los paquetes de tetrabriks de leche.