Emociones

PERE PUIGDOMÈNECH

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Manifestamos nuestras emociones de diferentes maneras y en particular con expresiones de nuestra cara. Si lo hacemos es para que otros miembros de nuestra sociedad se den cuenta de nuestro estado de ánimo, lo que permite establecer más fácilmente una relación adecuada en cada momento. Un estudio reciente demuestra que los perros son también capaces de reconocer nuestras emociones.

A veces, la expresión de una cara revela más de lo que piensa una persona que lo que ella misma nos dice. Se trata de un lenguaje que traspasa los continentes y que seguramente ha evolucionado para permitir que en una sociedad compleja como la humana nos hagamos cargo de la situación sin necesidad de grandes explicaciones. Los animales, dentro de su propia especie, también reconocen en qué estado se halla un congénere y usan diferentes sentidos como el olfato o la voz. Ahora se demuestra que al menos una especie, el perro, ha desarrollado maneras de reconocer el estado emocional de los humanos mirando la cara.

El trabajo, realizado por un grupo austriaco, ha mostrado caras de personas -de hecho, caras femeninas- que ríen o están enfadadas a 11 perros de diferentes razas domésticas. El resultado confirma que los animales dis-

tinguen los diferentes tipos de expresión, independiente de cuál sea la persona, incluso cuando solo se enseña una parte de la cara.

Los autores del trabajo admiten que han hecho los experimentos con perros domésticos que ya están acostumbrados a convivir con humanos y que sería interesante estudiar perros asilvestrados o incluso lobos. Piensan también que deberían hacer estudios similares con otras especies como los gatos. Lo que está claro es que hace miles de años que los humanos y los perros convivimos de forma estrecha. Nosotros hemos aprendido lo que tenemos que hacer para responder a sus necesidades y ellos han aprendido a responder a nuestras emociones, solo mirando a la cara.