Congelada una niña enferma para salvarla en el futuro

Con solo dos años Matheryn Noavaratpong se ha convertido en la persona más joven en ser criogenizada

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Matheryn Noavaratpong, una niña tailandesa de dos años, murió el 8 de enero de este año a causa de un tumor cerebral de 11 centímetros. Tras varias intervenciones quirúrgicas que le supusieron la pérdida del 80% del lado izquierdo del cerebro, los padres de la niña, ambos doctores, decidieron congelarla criogénicamente con la esperanza de poder revivirla en un futuro en el que la ciencia haya encontrado una cura para su enfermedad.

Para realizar esta práctica los padres contactaron con una de las grandes organizaciones que ofrecen la criogenización, Alcor Life Extension Foundation, compañía que con Matheryn ya suma 134 pacientes criogenizados. Así lo ha confirmado en un artículo dedicado a contar el caso de la pequeña.

Tras ser aceptada como paciente, el cerebro de Matheryn fue extraído y conservado al vacío en un contenedor de acero inoxidable lleno de nitrógeno líquido en Arizona (Estados Unidos). Mientras que su cuerpo se encuentra en un criorefrigerador donde permanece a muy baja temperatura.

A pesar del doloroso proceso, la familia se mantiene positiva, a la espera de que se encuentre una cura para su cáncer y un sistema que permita regenerar su organismo. "Al menos hemos dedicado su vida y su cuerpo al progreso y desarrollo de la ciencia", cuenta su padre, Sahatorn Naovaratpong.