ESTUDIO PALEONTOLÓGICO

La difícil evolución de los neandertales

Trabajos de excavación en el yacimiento de la Sima de los Huesos, en Atapuerca, en los años 90

Trabajos de excavación en el yacimiento de la Sima de los Huesos, en Atapuerca, en los años 90 / periodico

ANTONIO MADRIDEJOS / Barcelona

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El análisis comparado de 17 cráneos localizados en las dos últimas décadas en el yacimiento de la Sima de los Huesos, en la sierra de Atapuerca (Burgos), muestra que los individuos que formaban aquellas poblaciones, atribuidos a una especie precursora de los neandertales, eran anatómicamente muy diversos pese a tener todos una antigüedad similar, poco más de 400.000 años. Es una situación sorprendente que rebate la idea de una evolución sencilla y progresiva.

Los individuos analizados quizá no eran del mismo clan familiar, ni siquiera coetáneos en sentido estricto, pero las acusadas diferencias que se observan en los cráneos rescatados en la Sima de los Huesos son difíciles de explicar en individuos de épocas parecidas. Fue lo que se conoce como una "evolución en mosaico". "Unos presentan rasgos más primitivos y otros, en cambio, ya son muy neandertales", explica uno de los autores del trabajo, Carlos Lorenzo, investigador del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), en Tarragona.

En el estudio, coordinado por Juan Luis Arsuaga (Universidad Complutense), han participado investigadores del IPHES y del Centro de Evolución Humana de Burgos, así como de una docena de universidades españolas, francesas, australianas y estadounidenses, entre otras instituciones. Los detalles de la investigación se han publicado en la revista Science.

Datación más precisa

El análisis ofrece también la datación más precisa jamás realizada del yacimiento, mediante series de uranio y paleomagnetismo. Al principio se habló de 300.000 años, luego se llegó a 500.000 y ahora se ofrece como dato más preciso unos 430.000 años de antigüedad. Los humanos anatómicamente modernos todavía tardarían 350.000 años en empezar a salir de África y colonizar el resto del mundo.

La Sima de los Huesos no es el yacimiento más viejo de Atapuerca, pues en otras cuevas hay evidencias de una ocupación de hace 1,1 millones de años, pero es sin lugar a dudas el que presenta mayor cantidad y diversidad de huesos. De hecho, no hay nada igual en el mundo de una antigüedad similar o superior.

Primero, cambios en la mandíbula

La principal conclusión del análisis es que la evolución de los neandertales, o de los futuros neandertales, empezó por cambios en la parte delantera del cráneo, muy concretamente en la mandíbula, lo que sugiere una especialización masticatoria (quizá porque hubo un cambio de dieta o porque los dientes se empleaban para asir objetos, "pero es difícil saber la razón de todo ello", asume Lorenzo). Lo que sí parece claro, como destaca 'Science', es que la evolución de los neandertales no fue progresiva y regular, sino "un proceso muy complejo".

Los huesos habían sido atribuidos con anterioridad a Homo heidelbergensis, pero el nuevo estudio prefiere definirlos simplemente como «preneandertales» debido a su enorme variabilidad y las diferencias obvias con la mandíbula de Heidelberg-Mauer que sirvió para definir la especie, dice Lorenzo. Se sabe que los cráneos son de una época similar porque han aparecido en el mismo estrato, es decir, a la misma profundidad bajo los sedimentos.

Más de 6.000 fósiles

Si el estudio comparado ha sido posible es porque Atapuerca, y más concretamente la Sima de los Huesos, tiene una riqueza de fósiles del Pleistoceno sin parangón en mundo. Si en otros yacimientos los fósiles hallados se cuentan con los dedos de la mano, solo en la galería de la Sima de los Huesos se han rescatado 6.000, con el plato fuerte de los 17 cráneos, siete de los cuales no se habían presentados en sociedad hasta ahora. Tanta riqueza permite estudiar su variación individual, las diferencias sexuales y el patrón de desarrollo, entre otras cuestiones. «Incluso podemos hacer estadísticas», sintetiza Lorenzo.

Se estima que el número de individuos acumulados se acerca a la treintena, posiblemente 28, y sus esqueletos parecen estar completos, aunque los huesos se encuentran en muchos casos rotos y mezclados. La reconstrucción de los cráneos a partir de infinidad de pequeños fósiles ha sido un trabajo sumamente laborioso.

Fuera por accidente, por un rito o por cualquier otro motivo, lo cierto es que varias decenas de individuos de hace 430.000 años acabaron en el fondo del pozo que hoy es la Sima de los Huesos. El tiempo acabó por colmatar la cavidad y se hizo el milagro: los primeros fósiles aparecieron en 1993. «¡Y solo hemos excavado una tercera parte!", concluye Lorenzo.