HALLAZGOS EN EL LABORATORIO NUCLEAR DE GINEBRA

El colisionador del CERN revela señales de una nueva física

Un grupo catalán detecta un fenómeno que rompe con las teorías establecidas

Interior del gran colisionador del CERN, en el subsuelo de Ginebra.

Interior del gran colisionador del CERN, en el subsuelo de Ginebra. / MT KR MB**BRL** BJ**LON**

MICHELE CATANZARO / Barcelona

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El anómalo comportamiento de una partícula observado dentro del LHC, el gran colisionador del CERN, es la primera evidencia experimental de algo que los físicos sospechaban desde hace tiempo: la naturaleza no se ajusta del todo a la teoría física fundamental más asentada, el llamado Modelo Estándar (ME).

El avistamiento de esta nueva física se debe a un equipo de investigadores de Barcelona y París. El hallazgo es un fino hilo del que tirar para desentrañar la maraña de observaciones que el ME no logra explicar, desde la naturaleza de la materia oscura hasta la abundancia de materia con respecto a la antimateria.

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