EL ADN DE LA SEMANA

Piratería

PERE PUIGDOMÈNECH

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El Gobierno de Ecuador acaba de publicar su primer informe sobre lo que llama biopiratería. Serían patentes o solicitudes de patentes que han sido desarrolladas a partir de recursos genéticos de Ecuador sin el permiso o el conocimiento de las autoridades del país.

Es una discusión recurrente, pero es el primer caso en el que un país acusa a otros de forma explícita. El informe de Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual está basado en una investigación en las bases de datos internacionales sobre patentes. Encuentra 128 patentes presentadas en diferentes países que están basadas en plantas o animales que se encuentran principalmente en el Ecuador. Se trata sobre todo de genes que tienen importancia para la mejora de cultivos como el tomate o el algodón, o de productos de algas o plantas con posible aplicación en medicina, cosmética o para la producción de combustibles. En todos estos casos no consta que el Gobierno de Ecuador haya dado permiso para el uso de estos recursos y califica estas actividades de biopiratería.

EEUU Y ALEMANIA

Los principales países implicados serían Estados Unidos y Alemania. Desde 1993 existe una Convención Internacional sobre Biodiversidad que se ocupa de estos temas y en el 2010 se adoptó en Nagoya un protocolo que trata de establecer una distribución equitativa de los beneficios entre los países de donde provienen los recursos biológicos y aquellos que hacen el esfuerzo por descubrir su utilidad. El hecho es que algunos países como Estados Unidos no han firmado estos acuerdos.

Hay quien piensa que no tiene sentido poner barreras al descubrimiento de nuevas especies o recursos biológicos. Hasta no hace mucho cualquier recurso biológico era considerado patrimonio de la humanidad y lo podía usar libremente quien lo encontrara. Basta con observar el origen de muchas especies cultivadas y productos farmacéuticos para demostrarlo. Pero los países con más diversidad querrían compartir los beneficios y por eso están las convenciones internacionales. Que alcancen sus objetivos es otra cuestión.