Los amigos comparten similitudes genéticas

Los amigos tienden a compartir algunas características genéticas, según muerstra un estudio realizado por investigadores de las universidades de California-San Diego y Yale, en Estados Unidos. El estudio, que se ha publicado en la revista Proceedings of the National of Sciences (PNAS), sostiene concretamente que las similitudes entre amigos son las mismas que puede haber entre primos de cuarta generación, dos personas que comparten tatarabuelos, lo que supone aproximadamente un 1% del total del genoma.

Los autores del trabajo se concentraron en un grupo de 1.932 individuos y examinaron cerca de un millón y medio de marcadores genéticos. La investigación consistió en comparar a parejas de amigos que no tenían ninguna relación de parentesco con parejas de personas que no se conocían entre sí. La base de datos empleada es un análisis sobre salud cardiaca realizado a lo largo de varias décadas en la pequeña localidad de Framingham, en Massachusetts.

“Hemos visto que que, de media, somos genéticamente más similares a nuestros amigos que al resto de personas. Tenemos más ADN en común", resume James Fowler, coautor del estudio. Curiosamente, las similitudes son mayores en los genes implicados en el olfato.

¿Por qué estas similitudes? No está claro, prosigue el investigador. Una posibilidad es que los genes similares dirigen a las personas hacia ambientes comunes, lo que aumenta la posibilidad de que se conozcan. Otra posibilidad es que las personas que comparten ciertos genes también comparten habilidades que son más útiles cuando trabajan juntas. Eso podría haber sido importante en tiempos de evolución y eso marcó un patrón que aún se sigue, añade.

Principales hipótesis

Los autores del trabajo admiten que no cuentan con una explicación clara para justificar el resultado, pero creen que no tiene nada que ver con la etnicidad cultural, es decir, la tendencia que tienen los hispanos, los asiáticos o los negros a hacer amigos entre hispanos, asiáticos o negros por una puras cuestiones sociales. Eso sí, Fowler asume que no está claro si los hallazgos podrían aplicarse a grupos diferentes del  estudio de Framingham, que está compuesto por grupos blancos homogéneos, principalmente descendientes de italianos e irlandeses.

A diferencia de lo que sucede con el olfato, los investigadores han descubierto también que las personas que elegimos como amigos tienden a ser diferentes desde el punto de vista inmunológico, lo que nos puede ofrecer protección inmunológica adicional. Según los científicos, estos datos confirman que las personas somos metagenómicas, es decir, no somos solo una combinación de nuestros genes, sino también de los genes de las personas de nuestro círculo social.