La UB acoge el primer banco de ADN catalán para localizar a víctimas de la guerra civil

En Catalunya hay unas 4.600 familias que buscan a algún pariente desaparecido

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La Universitat de Barcelona (UB) ha presentado esta mañana su Banco de ADN de víctimas de la guerra civil española, el primero en Catalunya, que cuenta con la participación del Laboratorio de Genética Forense de la Unidad de Medicina Legal y Forense de la propia universidad.

Este proyecto comenzó en el 2011, cuando Marc Antoni Malagarrida Roger Heredia expusieron su voluntad de encontrar a su tío y bisabuelo, respectivamente, por medio de un análisis genético, a la responsable del Laboratorio de Genética Forense de la UB y posterior fundadora del Banco de ADN, Carme Barrot.

Desde ese momento, y viendo la viabilidad del proyecto, han logrado la colaboración de la Fundación Bosch i Gimpera, de la Fundación Solidaritat UB y del Observatorio de Bioética y Derecho de la UB.

En la actualidad, pese a que se estima que en Catalunya hay unas 4.600 familias que buscan a algún pariente desaparecido durante la Guerra, solamente se han obtenido 71 muestras genéticas para buscar restos mortales de las víctimas, una cifra "muy reducida" debido a una "falta de conocimiento por parte de la sociedad", ha denunciado Roger Heredia.

"FALTA VOLUNTAD POLÍTICA"

Heredia ha asegurado también que si este proyecto no tiene voz es porque, "aunque existen las medidas legales para impulsarlo (en referencia a la moción del Parlament sobre el cumplimiento de las recomendaciones del informe del Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas), hay una falta de voluntad política".

Asimismo, ha recordado que para poder abrir las fosas comunes (en Cataluña hay 344 fosas comunes oficiales) se requiere un análisis previo de cada una de ellas y que en el caso de que algún familiar no quisiera que se abriera se paralizaría el proceso, lo que puede convertir esta iniciativa en una "misión casi imposible".

Aun así, los impulsores del proyecto se han mostrado optimistas ante el proyecto del "ADN de la memoria", como también lo llaman, y han recordado que, en palabras de Barrot, puede servir "para devolver a los soldados a casa" 75 años después.

Más concretamente, el banco está extrayendo pequeñas muestras de sangre de los familiares de las personas desaparecidas (cuanto más cercanas sean a la víctima mejor), de las cuales se extrae ADN purificado en sangre seca y se guarda a 75 grados bajo cero en el Laboratorio de Genética Forense de la UB, dirigido por el doctor Manuel Gené.

DATOS ANTROPOLÓGICOS

Asimismo, están recogiendo datos y análisis contextuales y antropológicos (fotografías, dónde vivió, qué ropa llevaba, en qué batallas participaron, etcétera) de cada víctima para que el reconocimiento sea más sencillo.

Hasta el momento, han acudido al banco para interesarse por algún desaparecido catalanes, madrileños y salamantinos, así como estadounidenses en busca de un brigadista internacional muerto en España y un argentino, que quiere encontrar a su hermano fallecido cuando luchaba contra los nacionales.

El punto de referencia de este banco es el de un banco de ADN semejante que existe en Bosnia Herzegovina, en el que se desarrollan labores de entidades de la red del Observatorio Europeo de Memorias.

El rector de la UB, Dídac Ramírez, ha expresado su total apoyo a la iniciativa, alegando que "las universidades (llenas de investigadores y de gente joven) han de ayudar a dar respuestas a la sociedad y a dar difusión" a esta clase de proyectos.