Las cuentas de la ciencia

El recorte aboca a la investigación a un segundo año de estrecheces

La ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, al presentar ayer los presupuestos de su departamento.

La ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, al presentar ayer los presupuestos de su departamento.

ANTONIO M. YAGÜE / Madrid
ANTONIO MADRIDEJOS / Barcelona

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El Ministerio de Ciencia e Innovación dispondrá en el 2011 de un presupuesto similar al del 2010, un hecho que la ministra Cristina Garmendía interpretó ayer como un triunfo en épocas de vacas flacas, pero las asociaciones de científicos se apresuraron a contestar que las cifras presentadas no garantizan el buen trabajo en todos los centros de investigación. Según la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), el total de la I+D en España caería un 8% si se contasen todos los departamentos con atribución en esas áreas. Ciencia y Tecnología es el ministerio fundamental, claro, pero también tienen un peso considerable Industria, Educación y Sanidad, entre otros. Defensa no se incluye.

Garmendia, relativamente satisfecha, concretó ayer que su departamento dispondrá de 5.354 millones de euros para el año que viene, lo que representa un 1,65% menos que los 5.444 millones que figuran en la ley de presupuestos generales del Estado del 2010. La ministra incluso confió en que los 90 millones de diferencia puedan limarse durante la tramitación parlamentaria y recordó que su departamento está muy lejos del recorte del 16% que, de media, tendrán el resto de los ministerios. Según Garmendía, sus cifran permitirían hablar de congelación presupuestaria y, en la mejor de las hipótesis, de un alza final del 1,2%.

RECORTE SEVERO EN EL 2010 No obstante, los científicos recuerdan que los presupuestos del ministerio sufrieron el año pasado un severo recorte del 15% respecto al ejercicio anterior, por lo que se perpetuará una situación delicada. Los organismos públicos de investigación (OPI) contaron con un 34% menos de presupuesto y las subvenciones cayeron un 15%. «Otro recorte de esta envergadura habría sido apocalíptico», según la Asociación para el Avance de la Ciencia y de la Tecnología en España (AACTE) .

Garmendia, sobre cuya dimisión se ha venido especulando ante el tijeretazo de su ministerio, pidió «rigor científico» a las sociedades de investigadores como la Cosce, a la que acusó de calcular el citado 8% de descenso teniendo en cuenta programas y partidas que no son estrictamente de I+D.

José Molero, portavoz de la Cosce, que agrupa a más de 20.000 investigadores de toda España, anunció que, si se confirman las cifras, muchos grupos de investigación «no podrán continuar con su labor». A su juicio, frenar la investigación en estos momentos es un grave error que aflorará a corto plazo y dejará a España definitivamente fuera de juego. «Cuando cortas un programa dos años por falta de recursos, difícilmente te puedes reenganchar luego -afirma-. Este no es el mejor camino hacia una economía basada en el conocimiento».

«HISTÓRICOS», SEGÚN LA MINISTRA Para Garmendia, los próximos presupuestos alcanzarán «niveles históricos» comparados con el contexto internacional y con los grandes países en materia de ciencia «que tienen que someterse a un objetivo de déficit», como España. «En ciertas opiniones hay un exceso de emoción y una falta de información», replicó la ministra a las críticas de los investigadores. «Son los mejores presupuestos que este país puede abordar ahora mismo y suficientes para mantener en marcha una financiación histórica de nuestro sistema de investigación», aseguró.

Según la subsecretaria de Ciencia e Innovación, Aurora Saeta del Castillo, las medidas de austeridad solo se aplican en gastos de personal y de funcionamiento, mientras que el resto de los capítulos quedan fuera y se mantiene la inversión ligada al Plan Nacional de I+D, las transferencias a los organismos de investigación y las líneas de financiación para la estrategia Estrategia Estatal de Innovación.

Los responsables de Ciencia insinuaron que el mantenimiento de sus presupuestos contrasta con los recortes no solo de países como Italia, Grecia, Portugal e Irlanda, sino de algunas autonomías. El mayor uso de la tijera hasta ayer se ha producido en el Centro Príncipe Felipe de Valencia. El Ejecutivo de Francisco Camps ha aplicado un recorte del 40% a esta entidad, con más de 300 investigadores, que tendrá que sobrevivir con apenas tres millones de los más de nueve que había destinados en el 2010. En Catalunya, los centros dependientes de la Generalitat también han mostrado su malestar por retrasos en los pagos y los recortes, especialmente en los ahorros propios, algunos millonarios. En cambio, como

informó este diario, se mantuvieron los presupuestos globales.