INCERTIDUMBRE EN EL MUNDO de la innovación

Los impagos del Govern amenazan el futuro de la investigación catalana

Detalle de unas muestras con las que se investiga en un laboratorio de Barcelona.

Detalle de unas muestras con las que se investiga en un laboratorio de Barcelona.

À. GALLARDO / A. MADRIDEJOS / Barcelona

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Los esperanzadores mensajes políticos que centran en el conocimiento y la especialización científica el modelo productivo que debe sacar de la crisis a Catalunya, y al resto de España, chocan estrepitosamente con la realidad de las instituciones que habrían de conducir a ese objetivo. Los centros biomédicos y biotecnológicos dependientes de la Generalitat están pasando el 2010 gracias a la aportación económica que les proporcionan los contratos con la industria, los fondos europeos que consiguieron compitiendo con otros grupos científicos o los ahorros que conservaban de recientes ejercicios. El motivo es que las subvenciones que les debía proporcionar la Generalitat, partida incluida en el presupuesto del Govern del 2009 y que debía cubrir entre el 40% y el 80% de su financiación total -de la que el 60% se destina a salarios-, no han llegado a algunos centros y en otros ha habido atrasos y recortes de diversa índole. En unos casos se dan por perdidos y en otros se confía en que solo se trate de un retraso en los pagos.

De no ser así, los recortes a la investigación en Catalunya serán muy superiores a los del resto de España, contrariamente a lo que proclaman los portavoces la Generalitat. Las llamadas a la Conselleria d'Economia i Finances son constantes, aseguran algunos afectados. El Departament de Salut ha optado por desviar toda explicación sobre el tema a la cartera del conseller Josep Huguet, responsable de Innovació, Universitats i Empresa, y a Antoni Castells, que es quien en último extremo retiene, o suprime, los pagos.

FINANCIACIÓN EN EL AIRE / Esta situación se suma a la completa incertidumbre en que viven los investigadores sobre qué será de su financiación y la de sus centros en el 2011. Las subvenciones para el apartado científico se han decidido hasta ahora en el Consell Executiu con una periodicidad anual, circunstancia que, dada la proximidad de las elecciones, se ha ido aplazando hasta el punto de que en estos momentos no hay planificación para el año que viene. El probable cambio de responsables en las conselleries de Economia, Salut y Universitats añade inquietud en el mundo de la I+D. Este cúmulo de interrogantes no es ignorado por los jóvenes investigadores (un 33% procedentes de otros países) que en el último decenio han ido nutriendo una cualificada red de investigación que ha llegado a ser de las mejor dotadas económicamente de España. Así lo reconocen los implicados.

OFERTAS PARA EMIGRAR / Varios de esos investigadores, en especial aquellos que fueron fichados en algún brillante instituto europeo o norteamericano y que llegaron a Catalunya con la promesa de trabajar y cobrar de forma digna, están estudiando, por primera vez desde que están aquí, las ofertas que recurrentemente les llegan de todo el mundo. La fuga de los nuevos cerebros rescatados está a punto de reiniciarse, han asegurado a este diario varios de ellos. «Quienes hemos trabajado y estudiado en instituciones europeas de referencia recibimos con frecuencia ofertas de otros países -dice Eduard Batlle, responsable de investigación oncológica del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona-. Eso es normal, pero hasta ahora yo nunca había hecho caso de esas propuestas, ya que vine con una oferta interesante y dispuesto a desarrollar la ciencia en mi país». «Ahora he empezado a estudiar esas posibles salidas -continúa Batlle-. Y como yo, otros colegas míos. Los recortes económicos no han hecho más que empezar y estamos realmente muy preocupados».

Batlle, que se formó y especializó en institutos de Marburg (Alemania) y Utrecht (Holanda), teme más por los fondos de que dispondrá su laboratorio en el 2011 que por la afectación de su propio salario, blindado por un contrato de profesor de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA ), vía que también ampara los sueldos de 200 de los más brillantes investigadores que han vuelto a Catalunya.

El malestar, en efecto, se ha extendido. «Este año hemos sacado de aquí y de allá, pero si la restricción dura un año más muchos investigadores se van a tener que ir», afirma Ángel Raya, biólogo molecular del Institut de Bioingenyeria de Catalunya (IBEC), que investiga la aplicación de células madre para regenerar corazones infartados. «Quien busca salidas evidentemente no lo hace en el resto de España, sino en el extranjero», indica Raya.

La explicación oficial de los hechos no es esperanzadora. «Algunos centros no han cobrado las mensualidades previstas, pero lo harán próximamente -asegura Ramon Moreno, director general de Recerca-. En cuanto a las retenciones, han afectado más a los centros que tenían liquidez y remanentes propios, pero yo no lo llamaría recorte».

«¿Y qué pasará?», se pregunta Moreno. «El futuro Gobierno de la Generalitat decidirá, aunque yo soy optimista porque, gane quien gane, todos los partidos se han comprometido a mantener la elevada inversión de los últimos años». «El futuro de los investigadores biomédicos catalanes es frágil», advierte la consellera de Salut, Marina Geli.